Él representa todo lo que fue el Ontinyent CF en su mejor esencia. El jugador de la casa, el capitán modélico en el campo y en el vestuario, la figura emblemática de ese fútbol de hierba y barro en El Clariano que logró tardes de gloria y vivió sueños de ascenso. Es Francisco Javier Gramage Aliño, una leyenda viva del Ontinyent CF, 17 temporadas en el equipo y uno de los referentes para toda una generación de aficionados.
Confiesa que no ha presenciado ningún partido de la temporada, aunque ha seguido de cerca el primer año de camino del Ontinyent 1931 CF Él estuvo en la presentación del 13 de julio en el Centro Cultural Caixa Ontinyent y reconoce su admiración por lo conseguido. “He estado al tanto siempre. Se esperaba que hubiese algo de motivación después de lo que ocurrió después de la desaparición del Ontinyent CF, pero la respuesta del pueblo ha sido impresionante”.
Como uno de los grandes capitanes de la historia reciente considera que “sería importante que, de la forma que sea, se consiga el ascenso, se gane un año y se pueda seguir subiendo”.
Y en este sentido, Aliño considera que todo pasa por la unión entre el Club Deportivo, que depende de la FEBO, y el recién fundado Ontinyent 1931 CF.. “Hay que unirse los dos equipos. Esto es fundamental. La unión hace la fuerza y llegar a un acuerdo es imprescindible. Si se unen los dos, se alcanzará antes la Tercera”.
Para el emblemático jugador ontinyentí están claros los términos en los que debería forjarse esta unión del fútbol local. “El Ontinyent CF ha desaparecido, pero está claro que el actual Ontinyent 1931 es la continuación. Es el Ontinyent. La prueba ha sido el gran número de socios y el apoyo que ha logrado cada semana, en el Clariano y en los desplazamientos. Creo que el Ontinyent debe ser el equipo de referencia y el Sant Rafael el equipo que debe ayudar para que puedan salir jugadores y subir al primer equipo”.