"Ahora damos importancia al trabajo, pero no es lo único en nuestras vidas"

Con tan sólo 30 años, el ontinyent Alejandro Pereira Zambrano tiene su propia consulta en Valencia y acaba de ganar el Premio Jóvenes Iniciativas de Emprendimiento en Psicología por su proyecto Mentelem, con el que trabaja la Salud Mental en el trabajo.


– ¿En qué consiste exactamente Mentelemos?
– “Es un servicio de Salud Mental para empresas comprometidas con el bienestar de sus empleados. Primero, a través de nuestro programa #SaludableMente, realizamos una evaluación minuciosa y una vez tenemos una 'radiografía psicológica' del estado mental de la empresa, elaboramos un informe y planteamos una línea de trabajo. Es en ese momento cuando hacemos uso del software Universo Mentelem, con el que todos los empleados tienen acceso a todo el contenido audiovisual y sesiones psicológicas que hemos diseñado en función de la evaluación diseñada. Cada empresa, por tanto, tendrá un contenido diferente. Temáticas tan necesarias como la gestión del estrés, la regulación de las diferentes emociones, estrategias de comunicación efectivas o pautas concretas para superar un proceso de duelo, serán algunas de las temáticas que los empleados tendrán a su disposición en vídeos grabados por un equipo de expertos en cada materia. Por otro lado, podrán utilizar las sesiones individuales con psicólogos del equipo, ya que en menos de 48 horas podrán tener una sesión psicológica. Cabe recalcar que la confidencialidad es crucial”.

– ¿Cómo podrían implantarlo las empresas?
– “Se trata de un proceso sencillo para la empresa. Nosotros nos ocupamos de todo. Tenemos una doble función. En primer lugar, de evaluadores y consultores y, por otra parte, de intervención y prevención. Para que el programa sea eficaz, la empresa debe realmente querer aplicar un programa como #SaludableMente, es decir, debe ser transparente, a la vez que receptiva en aquellos cambios y recomendaciones que podamos dar desde nuestra parte. Nuestro objetivo es ayudar a mejorar la Salud Mental de toda su organización, por lo que todos salen ganando”.

– ¿Es importante que las empresas cuiden la Salud Mental de sus empleados?
– “Sin duda. Teniendo en cuenta que las empresas basan muchas de sus decisiones en factores económicos, se estima que en 2023 el coste de las bajas laborales por cuestiones psicológicas ascendió a 30.000 millones de euros. Por su parte, las tendencias de retención y motivación para permanecer en un puesto de trabajo han cambiado. En la actualidad aspectos como la flexibilidad horaria, la conciliación o el teletrabajo, lo que llamaríamos salario emocional, le están ganando terreno al salario económico. Éstas son algunas de las iniciativas que pueden llevar a cabo las empresas y que influyen en el bienestar mental de sus empleados”.


– ¿Por qué decidiste interesarte por la Salud Mental en el trabajo?
– “Es el foco de muchos de los problemas que posteriormente trate en consulta. Hay que tratar el problema desde un punto más integral y yendo a su base. En los últimos dos años han aumentado las personas que han acudido a terapia a mi consulta de forma previa a tomar la baja laboral o posteriormente, pero sin que hayan podido recibir una atención de calidad en el servicio público o en su mutua. Esto me generaba una sensación interna de fracaso del sistema. Era uno detrás de otro, uno detrás de otro. Pensé que la solución era adelantarse a la aparición del problema. De este modo el sistema se puede descongestionar, las empresas no sufrirán las consecuencias de las bajas y los empleados no van a empeorar”.

– ¿Qué porcentaje de las personas que acuden a ti buscando ayuda lo hacen por una cuestión relacionada con el ámbito laboral?
– “Es una pregunta compleja de responder, porque la realidad es que las personas acuden a terapia cuando su sintomatología ya no les deja avanzar por sí mismos y necesitan ayuda. Cuando evaluamos el problema, sí te das cuenta de que el ámbito laboral es un aspecto que suele ser común y frecuente”.

– ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?
– “Antes vivíamos para trabajar, pero se está produciendo un cambio y considero que, en parte, es correcto. El aspecto laboral es un área importante para las personas, ya que sostiene económicamente a otras áreas. Pero dejando esto a un lado, el trabajo también tiene una función de desarrollo, crecimiento y realización. Mientras todo esto no ocupe e invada otras áreas de nuestra vida, el trabajo será un componente saludable y equilibrado en nuestra vida”.

– ¿Ha sido la pandemia el desencadenante del aumento de trastornos como la ansiedad o la depresión?
– “Las estadísticas no engañan. Los trastornos emocionales han aumentado exponencialmente desde la pandemia. La incidencia de los problemas mentales tiene una relación directa con la situación socioeconómica del contexto general (ya se observó en la crisis de 2008). En los últimos años, el contexto ha sido inestable: pandemia, guerras, consecuencias económicas e incertidumbre en el futuro. Todo esto son factores que, sin duda, aumentan la inestabilidad emocional y, por tanto, provocan una mayor incidencia de trastornos psicológicos”.

– Algunos dicen que los jóvenes de hoy son 'la generación de cristal', ¿es así?, ¿estamos los millenniales y la generación hechos de otra pasta?
– “Estoy muy concienciado con estas generaciones. Tengo 30 años y siento que se habla de nosotros como una generación con poca percepción del trabajo, con falta de esfuerzo y frágiles. Hay excepciones, pero lo que veo a mi alrededor y en la consulta es que los jóvenes queremos trabajar y esforzarnos, pero siendo conscientes de que todo esto tiene un resultado. No todo vale, pero esto no es fragilidad. Esto es posicionarse junto a nuestros derechos. Queremos tener opciones reales de mejorar nuestras vidas, crecer y ser independientes. Somos mucho más conscientes emocionalmente y priorizamos nuestro cuidado. Le damos importancia al área laboral, pero esto no es lo único en nuestras vidas. Éste es un aspecto muy diferente de generaciones anteriores”.