Blai Tomás, toda una vida pintando “gritos mudos”

Al aire libre, contra el tiempo y con mucho alboroto de fondo, así podríamos definir la pintura rápida. Una modalidad de las artes plásticas hecha en la calle, donde el paso del tiempo y el paisaje juegan un papel elemental en la ejecución de la obra. “La pintura rápida se hace in situ, eliges un sitio y empiezas a crear, yo puedo estar sobre unas cuatro horas”, explica el pintor Blai Tomàs Ibañez (Montaverner, 1955). Un artista consagrado que lleva más de veinte años dedicado a esta profesión y que la aprendió de manera autodidáctica.

Rodeado de un público que observa las pinceladas que emanan del movimiento de sus manos, Tomàs ha generado gran parte de su colección en terrazas, plazas, avenidas, bulevares y todo tipo de rincones que se esconden entre los muros de una ciudad. Concretamente a través de concursos celebrados en numerosas poblaciones en toda la geografía española: Valencia, Murcia, Cádiz, Salamanca, A Coruña… Es por eso, que a sus espaldas acumula cientos de premios. Difícil de mencionarlos todos, destacan algunos como el 'Vino y Cultura 2021', celebrado el pasado mes de agosto en Pedro Muñoz (Ciudad Real), o el 'Francisco Luna Galván' organizado por el Ayuntamiento de Cádiz en marzo de 2019.

Sin embargo, también pasa gran parte de su tiempo en el estudio, allí perfila escenas cotidianas sin la celeridad y la urgencia que comporta la disciplina de la pintura rápida. A ritmo de jazz y blues, pinta cuadros que se alejan de la pintura comercial para adentrarse en su mundo interior. “Quieres toda tu intensidad. Tú puedes estar en un mal momento y desprendes toda la rabia en un lienzo”. Durante los últimos años ha recorrido miles de kilómetros que le ha permitido tejer una red de contactos, entre ellos, otros artistas que también le han inspirado, como los valencianos: Uiso Alemany, Àlex Alemany y Ramón Puig Benlloch. Pero si algo tiene claro el ontinyentí es que para él la pintura son “gritos mudos”, una forma de “gritar intensamente” sin que le escuche nadie, que le acompañarán “hasta la muerte”.