Estrenamos quincena de agosto con un dulce, me parece superacertado… y quien esté en plena operación bikini, lo siento!!! Hay que empezar antes, jajaja. No os voy a decir que es un postre con pocas calorías, os mentiría. Tiene unas cuantas pero es que en verano también apetece, ¿no?
Lo que sí os puedo decir es que es un postre perfecto para estos días de calor, aunque se enciende el horno para prepararla, da igual porque apetece un montón este tipo de tartas, fresquita para después de un dinar o una cena siempre es una buena opción.
Muchas veces he hecho el tarta de queso típico con gelatina neutra para colar pero desde que probé esta receta no hago otra, a ver si a ti te sucede lo mismo.
Apunta que aún legas a tiempo de prepararla hoy:
- 600 gr de formado de untar (No light)
- 3 huevos
- 200 gr de sucre
- 200 ml de nata para montar
- 1 cucharaditas de extracto de vainilla
- Galletas para la base Utilicé un carril de Cuétara
- 60 gr de mantequilla para la base
- Mermelada de arándanos para decorar
Preparamos en primer lugar la base del tarta con la mantequilla derretida y las galletas trituradas, hacemos una pasta y la colocamos de base en nuestra tarta. Bien repartida forramos la base de un molde desmontable de 25 cm de diámetro. Reservamos en el refrigerador.
Encendemos el horno a 180º
En una batidora o en la TMX batimos el queso, los huevos, la nata, el sucre y el extracto de vainilla todo junto hasta que quede una crema fina.
La crema de formado que hemos hecho la echamos encima del molde donde hemos preparado la base de galletas.
(Para colar lo hacemos en el baño María, yo pongo agua en la bandeja del horno y el molde desmontable lo forro por debajo de papel de aluminio para que no filtre agua)
Metemos el molde como anteriormente cuento encima del agua durante 1 hora (depende de hornos). Cuando pase el tiempo pinchas con un palillo y si sale limpio está hecha.
Dejamos enfriar y cubrimos de mermelada al gusto, yo utilicé de arándanos, metemos en la nevera y ¡Mmmmmm, a comer!
¡¡¡ Que pase un buen día!!!