El artista Carol Otero ha abierto su primer estudio personal de pintura, LOT, buscando un espacio propio donde poder crear, pero también con la vocación de acercar el arte a la sociedad. Un gesto de esta concepción abierta al mundo cultural y al del arte ha sido la inauguración que tenía lugar recientemente, en la que se contaba con la colaboración de múltiples artistas. Un evento cultural único y efímero en el que no faltaron la pintura, la fotografía, las instalaciones o la danza, como parte de una matinal de carácter artístico. “Era un evento pensado para ese día y sentir también el apoyo de los artistas, con su obra y con su presencia, por lo que es muy gratificante haber estado acompañada de esta forma en una nueva etapa”, declara.
De hecho, Carol Otero, en el centro de la imagen está acompañada de Mª Teresa Gandia, bailarina, y de Almudena Francés, cuentacuentos.
El nombre de su estudio, LOT, explica la autora, "es partir desde un punto cero en el estado mental, para caminar. En momentos de crisis puedes pensar, ¿y ahora qué? Hacerse ese planteamiento mental para el arte creativo es importante, porque es cuando sacas de dentro el potencial artístico. Un concepto que va más allá del arte, puede servir en la vida y que puede servir en la vida y que r”.
Para esta artista ontinyentina disponer de su propio estudio es un momento "ilusionante, porque era algo que había querido desde siempre".
Este nuevo espacio artístico le permite tener a su alcance sus trabajos, lienzos… y abrir las puertas a aquellas personas que quieran adquirir sus obras. "Hasta ahora esto lo estaba haciendo en casa y ganar un espacio propio para la actividad artística es emocionante para mí, otra vida", afirma.
Al mismo tiempo, su estudio tiene las puertas abiertas a la divulgación, por lo que su pretensión es que se convierta en un punto de encuentro y reunión de artistas y de diálogo cultural. "La pretensión es ser próxima a la sociedad, acercar el arte a todas las personas que estén interesadas en él".
Iniciativa experiencial
Carol Otero y Ana Casanova están trabajando conjuntamente en una iniciativa experiencial, desde el punto de vista artístico, que favorezca el intercambio de experiencias y también de carácter intergeneracional. Un proyecto que encaja de lleno en la concepción del nuevo estudio de pintura y está en proceso de creación.