Este lunes se celebraba una reunión entre el grupo municipal Compromís por Ontinyent encabezado por Nico Calabuig y trabajadoras municipales del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de Ontinyent, para conocer de primera mano la realidad actual de las trabajadoras y sus demandas, así como el funcionamiento y el día a día del servicio, que contribuye a la atención y atención de la atención y de la atención de las personas que contribuyen a la atención y la atención de las personas. En la reunión también se trató la privatización del servicio, aprobada por el gobierno de Jorge Rodríguez con los votos de Ens Uneix, PP y Vox, en el Pleno del Ayuntamiento de Ontinyent de 28 de noviembre de 2024, y que se hará efectiva próximamente. Esta privatización supondrá el despido del personal municipal, que no podrá ser subrogado en la nueva empresa que preste el servicio.
En palabras del concejal y portavoz de Compromís por Ontinyent, Nico Calabuig, “queremos agradecer sinceramente la participación en la reunión de diferentes trabajadoras municipales del Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Ontinyent. Se trata de un servicio fundamental para la calidad de vida de muchas personas mayores de nuestra ciudad y sus familias, ya que las auxiliares prestan apoyo en el cuidado personal, acompañamiento o tareas del hogar, entre otras, de personas con distinto grado de dependencia. Ahora, desgraciadamente, finaliza la prestación mixta del servicio, con gran parte de participación pública, ya que el gobierno de Jorge Rodríguez, junto a los votos de PP y Vox, aprobó privatizar el SAD, para que se preste únicamente por empresas privadas”.
“Nos preocupa que el gobierno municipal no tenga suficientemente en cuenta el fuerte impacto que su decisión tiene sobre las personas usuarias. Con el cambio de modelo, las trabajadoras municipales serán despedidas, puesto que según afirmó la concejala Paula Soler en el Pleno, no podrán ser subrogadas en la empresa o empresas que pasan a gestionar el servicio. Esto significa que se va a romper el vínculo de confianza y complicidad que se crea con los usuarios y usuarias, y que es fundamental en la prestación de un servicio como éste. Además, en casos de personas con enfermedades cognitivas, la situación será especialmente delicada, ya que están muy acostumbradas a su auxiliar de referencia, y ahora habrá que empezar todo el proceso de adaptación. La privatización supone una ruptura brusca de todos estos vínculos tan importantes”, ha remarcado Calabuig.
El jefe de la oposición también ha expuesto que “tal y como hemos corroborado con las trabajadoras, el funcionamiento público del servicio era correcto y por lo general se ha estado cubriendo la atención a los usuarios y usuarias. En ese sentido, incluso existen unas horas flexibles por parte de cada auxiliar, con el fin de cubrir sustituciones y poder garantizar toda la atención a las personas usuarias. En cuanto a las bajas, debe tenerse en cuenta que se trata de trabajos con esfuerzo físico que pueden provocar lesiones u otras patologías en el personal trabajador con mucha frecuencia, y es una realidad que ocurrirá de igual modo en la gestión privada”.
“En resumen, el servicio público estaba funcionando, lo que choca con el relato del gobierno municipal de Ens Uneix para justificar la privatización. En todo caso, lo que se necesitaba era una mayor coordinación y gestión por parte de la Concejalía de Política para las Personas, no su privatización. Buena prueba de la necesidad de mayor coordinación es que las trabajadoras denuncian la falta de reuniones entre la Concejalía y el personal, para evaluar el funcionamiento del servicio y poder implementar mejoras, si se detectaban deficiencias a corregir”, ha explicado Calabuig.
El portavoz ha subrayado que “y todo esto, sin olvidar el impacto de toda esa situación sobre el personal trabajador. Las auxiliares están sufriendo una gran incertidumbre, ya que saben que no continuarán en el servicio, pero periódicamente se va modificando la fecha de finalización. Tal y como han denunciado las propias trabajadoras, se enteraron viendo el Pleno Municipal de que la gestión municipal del SAD no continuaría, y que tampoco podrían ser subrogadas en la nueva empresa. Además, las trabajadoras han puesto en valor las condiciones laborales dignas que supone la gestión pública de estos puestos de trabajo, teniendo en cuenta la exigencia de sus tareas”.
Nico Calabuig ha concluido señalando que “cuando el gobierno de Jorge Rodríguez aúna sus votos en el PP y Vox para aprobar una decisión de esta dimensión, y además basa su argumentario en cuestiones que deberían solucionarse con voluntad y con una buena gestión pública, resulta evidente que se están equivocando. Parece que la complicidad de Ens Uneix con la derecha y la extrema derecha va más allá del pacto de gobierno en la Diputación, y también afecta a decisiones de calado como esta privatización en materia de políticas sociales en el Ayuntamiento de Ontinyent. Desde Compromís per Ontinyent continuaremos escuchando a las trabajadoras, defendiendo la calidad de los servicios públicos, y exigiremos al gobierno municipal soluciones consensuadas, que no resultan traumáticas para las personas usuarias y las trabajadoras”.