Es una problemática denunciada en reiteradas ocasiones por el vecindario, pero lejos de resolverse, va en aumento. Se trata de las casas de la calle Barranquet, que están ubicadas junto al cuartel de la Guardia Civil y las vecinas y los vecinos han hecho saltar las alarmas. “Se trata de casas abandonadas en ruina que tienen peligro de derribo, pero el grupo de menores que las utiliza no tiene en cuenta esta circunstancia e incluso caminan por encima de los tejados, por tanto podría ocurrir alguna desgracia”, explica uno de los vecinos de esta zona del Llombo.
Esta situación se agrava en tiempos de pandemia, puesto que los jóvenes que acceden a estos inmuebles lo hacen sin mascarilla, según los testigos del vecindario. “Estamos viviendo un momento de pandemia muy grave, están fumando y bebiendo y no llevan mascarilla. Parece que a nadie le importa esta situación, a excepción de las personas que residimos en esta calle”, añaden los residentes.
PIEDRAS Y BOTELLAS EN LA CALLE
Hace unos días se producía un incidente que agrava la situación y es que los jóvenes que han entrado en estas casas “forzando a los candados y cadenas que se habían puesto arrojaron piedras y botellas a la calle, con el peligro que esto supone, ya que pasaba un hombre en ese momento por la calle. Es intolerable”.
Por todas estas razones, el vecindario de la zona del Barranquet ha querido denunciar estos hechos y llama a las autoridades para que se resuelva esta problemática. "La policía ha venido en diferentes ocasiones, pero los jóvenes escapan por la parte de atrás, aunque lo advertimos a los agentes", añaden.
Las pintadas que aparecieron en las fachadas de las casas haciendo un llamamiento al que las derribaron ya la peligrosidad que revierten es otro síntoma que pone de manifiesto el malestar de las vecinas y los vecinos que piensan que, gota a gota, colmado el vaso. Ahora esperan una actuación contundente por parte de la administración local y también de las fuerzas de seguridad para solucionar esta situación.