El 15 de marzo de 2020, la Asociación de Fiestas de la Purísima aplazaba el proceso electoral que había abierto para buscar sucesor a Salvador Pastor, presidente que cesaba de sus funciones después de dos mandatos consecutivos. Un día antes había entrado en vigor el estado de alarma en todo el país y la vida se paralizaba en todos los ámbitos.
La comisión gestora-electoral que había asumido el encargo de convocar a las elecciones quedaba al mando de la institución. Y ese mandato expiraba el pasado 6 de marzo, después de un año en el que no se ha podido desarrollar el proceso electoral. Sin embargo, la Asociación de Fiestas de la Purísima ha convocado una asamblea ordinaria para este próximo jueves, 25 de marzo. Se celebrará en la iglesia de Santa María y no figura en el orden del día ningún punto relacionado con el proceso electoral.
DOS POSTURAS
Tal y como avanzaba este periódico, la pasada semana estaba previsto que se celebrase una reunión para abordar la posibilidad de reactivar o no la convocatoria en las urnas. De esta cita la junta ha salido fragmentada en dos bloques: uno, a favor de volver a poner en marcha el proceso que quedó pendiente justo hace un año. En este sector, sobre todo, se integran algunos de los miembros más jóvenes de la actual junta. El otro bloque ha apoyado la propuesta planteada por el asistente eclesiástico Juan Melchor Seguí, partidario de prorrogar el mandato de la gestora o de hacer uso de la prerrogativa que le faculta para nombrar directamente al presidente.
Los partidarios de las elecciones no contemplan esta posibilidad de la designación directa, ya que no se dan las circunstancias objetivas descritas en el artículo 43 de los estatutos donde se hace referencia a esta situación, ya que no se ha dado oportunidad a que se celebre el proceso electoral. Además,
arguyen que en España existen ejemplos durante la pandemia de convocatorias electorales tanto en autonomías (Cataluña, País Vasco, Galicia, Madrid el 4 de mayo…) como en entidades (las elecciones del FC Barcelona recientemente), procesos que se han desarrollado con medidas de seguridad, como también se han llevado a cabo actas con restricciones en Santa Maria (Misa Major del 8 de diciembre, por ejemplo). Por otro lado, el propio estado de alarma regulaba una prórroga de mandatos en circunstancias como la que se ha dado en la Purísima.
Ante el bloqueo resultante se ha decidido elevar una consulta a los servicios jurídicos del Arzobispado. Se espera tener la respuesta para la asamblea del día 25.