A sus 19 años, Tono Picot, estudiante de segundo de Ingeniería y Gestión Empresarial en la Escuela de Empresarios EDEM que favorece a la Fundación Trinidad Alfonso y que tiene a Juan Roig como mecenas, junto con Nicolás Gandía, estudiante de segundo curso de Finanzas y Contabilidad en la Universidad de Valencia, han decidido poner en marcha un proyecto que ha sido seleccionado por Lanzadera, la aceleradora e incubadora de empresas que impulsa el propio Juan Roig. Están dando los pasos para crear una empresa, con asesoramiento y dirección de proyecto, con formación y con instalaciones cedidas a la Marina de Empresas de Valencia. Y lo hacen en torno a su producto y plan para vender botellas de 'quintos' pero no de cerveza sino del elemento que siempre les ha unido: el vino.
Nicolás Gandia y Tono Picot han apostado por el vino propio de la Casa de las Vidas, de la familia del primero de los dos jóvenes. Han apostado, además, por "un vino blanco, semidulce, afrutado, un vino de calidad, elaborado en tierras valencianas". Plantean que se trata de un producto "desenfadado, algo descarado" y para servirse "muy frío". Así es como definen Vinitto, el producto que se ofrece en una botellita de quinto de vino.
Mientras siguen la ruta marcada por Lanzadera, Vinitto comienza a abrirse paso con una previsión de 5.000 botellas para este verano que tendrán como destino Valencia, Málaga, la Costa Blanca y por supuesto Ontinyent.