Dos voluntarias de Ontinyent contra el fuego salvan la vida de un joven en la zona de Gamellons

Dolores Belda e Imma Sempere llevan cuatro años de voluntarias en el programa Ontinyent contra el fuego, pero nunca habían presenciado un accidente como éste, en el que su ayuda ha sido imprescindible para salvar la vida de un chaval de 19 años. El suceso tuvo lugar el lunes en un punto del camino de Gamellons, en dirección a Fontanars, sobre las 16:30 horas de la tarde.

Belda explica que, tanto ella como Sempere, se encontraban haciendo una guardia como forestales del programa “Ontinyent contra el foc”. Ambas voluntarias vieron a unos jóvenes merendando en la zona de Gamellons. Más tarde, éstos se fueron del lugar y, cuando las dos ontinyentines llegaron al tramo donde estaban ellos, vieron el fuego y el humo.

El accidente se produjo cuando el conductor se salió de la carretera a una curva cerrada, por lo que el coche acabó en un barranco, momento en el que se inició el incendio. Las voluntarias vieron cómo los jóvenes montaban por una orilla y acudieron enseguida a ayudarles a salir del barranco para evitar el peligro.

El primero al que socorrieron fue al joven que se encontraba herido. Posteriormente, se encargaron de llamar a los servicios de emergencia para movilizarlos y que asistieron al lugar del accidente para sofocar el incendio. “Como voluntarias, era nuestro deber. Sin embargo, aunque no hubiese sido voluntaria, hubiese hecho lo mismo para salvarlos”, confiesa Belda.

Ambas voluntarias desconocen el estado actual del joven herido, al que trasladaron al coche hasta el punto donde estaba el SAMU. Más tarde, guiaron a los bomberos hasta el lugar del incendio por la carretera de Fontanars, ya que era un camino directo hacia donde estaba el fuego. Por su parte, las voluntarias, cuya agilidad de respuesta ha sido imprescindible, agradecen la rapidez de los servicios de emergencia por el gran trabajo que realizaron.

Esta acción demuestra la utilidad del programa de voluntariado contra el fuego, en el que han recibido cursillos que les han permitido salvar la vida de un joven. Gracias a éste, tenían claro que debían sacarlo del barranco porque era peligroso, ya que podía tomarse más el fuego. “Si nos quedábamos y no lo trasladábamos, se arriesgábamos a no poder salir de allí. Prefirimos evacuar al chaval antes de que el incendio lo quemara todo”, explica Belda, quien cuenta que los bomberos no pudieron bajar hasta que los medios aéreos sofocaron el fuego porque, al caer el coche, se encendió enseguida.

Por su parte, Sayo Gandia, concejala de Sostenibilidad, ha querido poner en valor la labor de vigilancia. En este caso, explica que existían dos preocupaciones: la parte ambiental y, sobre todo, la parte humana. Gracias a que las voluntarias estaban haciendo la guardia en esa zona, pudieron presenciar el incendio y avisar a los equipos de emergencia. Sin embargo, aunque es muy importante la labor ambiental, puesto que se pueden evitar incendios en temporada de riesgo, también es fundamental la labor humanitaria, donde los voluntarios arriesgan su vida para salvar la de otros. Por otro lado, Josep Gandia, concejal de Policía Local, Protección Civil y Bomberos, agradece la rapidez del voluntariado al comunicar al 112 los hechos, así como la respuesta de los bomberos, de la policía local y del resto de los agentes que intervinieron en el suceso.