Foto de archivo de una vivienda derribada en el barrio de la Villa.
¿Qué hubiera pasado si la casa de la calle Roses que se desplomó el viernes por la tarde hubiera aguantado unas horas más? ¿Y si la caída se hubiera producido por la mañana o por la tarde siguientes mientras transcurría por ese lugar la celebración del Bou de les Peñas?
Es evidente que en ese caso se ha salvado una posible tragedia. Como también se sorteó el día en que cayó otro inmueble en la calle Muralla. Pero quizás la suerte no esté siempre de cara. Hasta ahora no es necesario lamentar ningún perjuicio humano. Tal vez en la próxima no sea así. Por ese motivo, el Ayuntamiento tiene decidido expropiar y derribar las casas que forman parte de esta entrada en el casco antiguo de la Villa. Precisamente, la casa que cayó el viernes está dentro de las que se pretendían tumbar.
El consistorio está pendiente de la autorización por parte de la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana para proceder. Cabe recordar que todo el barrio de la Vila está protegido como conjunto histórico-artístico. La Dirección General de Patrimonio debe autorizar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para llevar a cabo las expropiaciones y escombros. El objetivo final será, también, crear hasta 12 nuevas viviendas en el solar de la calle Trinitat.