El gobierno local había anunciado que la reforma de la calle José Simó Marín avanzaría y se reabriría al tráfico antes de las Fiestas. Así fue. Pero con algún inconveniente como el que vemos en la imagen captada en una de las partes sometidas a la reforma urbana.
Las obras centrales de reurbanización de la calle finalizaron hace ya unos días después de semanas intensas de trabajo. Pero algunas cosas han quedado inacabadas. Entre ellas, la señalización horizontal que ha dado pie a problemas en la circulación por esta vía céntrica del barrio de Sant Josep.
La anchura de las aceras y la reducción de la calzada obliga a una nueva diposición en la forma de aparcamiento. Se suprime el estacionamiento en diagonal y los coches aparcan ahora en cordón. El problema se ha producido porque la calle todavía no ha sido repavimentada ni se han pintado las nuevas señales que indican la forma correcta de aparcar. Así las cosas, algún vecino ha continuado aparcando como siempre, siguiendo la señalización pintada sobre el asfalto. Aunque se trata de casos puntuales puesto que la mayoría de los usuarios aplican la lógica del nuevo espacio de la calle y aparcan en cordón, se ha provocado algún incidente como el que muestra la imagen.
El bus urbano intentaba realizar su recorrido habitual y transitar por la calle José Simó Marín. A la altura de ese tramo, entre José Iranzo y Salvador Tormo, un vehículo aparece aparcado en diagonal. El bus intenta avanzar pero hay un momento en el que se encuentra bloqueado y no puede seguir adelante. Enseguida se creó un importante atasco en el resto de la calle. La pericia del conductor del autobús evitó daños materiales.