El CEIP Martínez Valls gana el premio EduCaixa de 5.000 euros

El CEIP Martínez Valls está de enhorabuena porque es uno de los 50 colegios de toda España que ha ganado los premios EduCaixa, de la Fundación la Caixa, concretamente 5.000 euros en metálico. El premio se enmarca en una convocatoria que pretende "apoyar a los centros educativos en el diseño, la implementación y la evaluación de proyectos de transformación educativa".

“Más que el reconocimiento económico, lo que nos da más alegría es el reconocimiento al proyecto que ya estamos aplicando y que es el fruto del trabajo realizado. No se trata de una iniciativa puntual para presentarse a un concurso, sino que la convocatoria encajaba en la línea de trabajo y transformación educativa que llevamos a cabo en el colegio desde hace tiempo”, explica el director del CEIP Martínez Valls, Rafa Alonso.

Este proceso ha requerido tiempo de reflexión, formación y observaciones en otros centros "que han sido todas inspiradoras, siempre tomando lo que pensábamos que servía para crear nuestro modelo propio", añaden desde la dirección.

El premio también es un aval en las bases científicas que aportan rigor al proyecto que está materializando este colegio ontinyentí.

Este curso se están aplicando tres líneas de actuación que consisten en flexibilizar el tiempo, flexibilizar los espacios y flexibilizar el grupo del alumnado dentro del mismo nivel interactuando entre grupos, por ejemplo.

Siguiendo el consejo de expertos, como el de Agnès Barba, ex directora de la escuela Els Encants de Barcelona, ​​el CEIP Martínez Valls ha descartado impartir materias en horario convencional y ahora trabaja con diferentes franjas horarias. En el caso de primaria, el día comienza con un tiempo dedicado al ámbito de la lingüística y la matemática, con propuestas diversificadas en las aulas para que puedan trabajar en grupos reducidos. El patio se enmarca en la filosofía de patio activo, ya implementado en el centro años atrás. Posteriormente, media hora dedicada a la lectura y el final de la mañana se destina al bloque científico, donde se plantearán retos para resolverlos mediante cápsulas de aprendizaje, que fomentan el autoaprendizaje.

En el caso de infantil, se trabaja por ambientes, también fomentando el trabajo en grupos pequeños y con aulas ambientadas en distintos campos como cosmos, matemático y artístico, entre otros. El alumnado debe pasar por los distintos ambientes a lo largo de la semana. Así, se fomenta la creatividad y la autonomía.

Este modelo requiere la flexibilización de los espacios, de modo que las clases se organizan de forma diferente, que permiten trabajar de forma individual, en asamblea, por equipos y adaptarse a las necesidades. Incluso parte del mobiliario se ha sacado en los pasillos para ganar espacio en su interior. Ahora, todos los espacios de la escuela cuentan. De hecho, el premio "se invertirá en mobiliario polivalente, principalmente y otra parte será para formación", avanzan desde el colegio. Desde la dirección destacan que este modelo educativo que "está vivo, no se podría haber conseguido sin un buen equipo de profesorado potente como tenemos, así como con el apoyo de la comunidad educativa y de la inspección".