Durante esta primera semana de enero se ha hecho efectivo el proceso de absorción total por parte de Damm de su filial Fuente Salem, ubicada en la población de Salem, en el Valle de Albaida. Un proceso que estuvo anunciado oficialmente el pasado mes de noviembre.
Damm era ya el titular directo de la totalidad accionarial de la mercantil que tiene en Salem una de las mayores fábricas de la comarca, con 57.000 metros cuadrados destinados a la fabricación, almacenes y otras dependencias. La fábrica emplea a cerca de 400 trabajadores de toda la comarca, con una facturación anual de 367,5 millones de euros (datos publicados de 2021).
Font Salem comercializa sus productos tanto en España como en el país vecino, Portugal. Lo suyo es hacer cervezas, refrescos y aguas para terceros. Además de ser líderes en España en el ámbito del MDD (marca de distribución o marca blanca), también trabajan con el co-packaging. Su experiencia en el sector supera los 25 años, habiéndose ganado la confianza de las grandes empresas con las que trabajan. Entre ellas podemos nombrar a Mercadona, El Corte Inglés, Lidl o Eroski.
Cabe recordar que el Grupo Damm ya poseía el 70% de la compañía desde 2001 y que en 2018 anunció una inyección económica de 40 millones aplicables durante tres años, sobre todo para la ampliación de la planta de Portugal. Además, Font Salem también tiene plantas de fabricación en el municipio valenciano de El Puig y otra en Meres (Asturias).
Con esta absorción, la mercantil Font Salem S.L.U. se extingue sin liquidación y transmite todo su patrimonio al Grupo Damm. Una de las razones que explican el proceso de absorción, según publican las webs de Damm y Font Salem se encuentra en que “el Grupo ha tomado la decisión estratégica de introducir un cambio fundamental en su forma de explotar ambas áreas de marcas tradicionales y MDD y el área internacional (en el marco, a la vez, de un proceso más amplio de reorganización en el que se quiere mejorar la rentabilidad del Grupo y convertirlo en plenamente internacional)”, ya que según se reconoce habían generado situaciones de conflicto por competencia entre las dos líneas, la de Damm y la de Font Salem en la comercialización de cervezas a nivel internacional.
Por tanto, la fusión entre Damm y Font Salem es el punto de partida para, por un lado, unificar la actividad industrial nacional de todo el grupo y por otro, crear nuevas unidades de negocio de alimentación e internacional.