Recientemente, desde el Consell se reconocía que el virus está fuera de control y se han comenzado los contactos con distintos hoteles de la Comunitat Valenciana para estudiar su situación y disponibilidad de cara a posibles usos sanitarios en las próximas semanas.
Si bien todavía no se ha establecido el contacto con el hotel Kazar, desde la dirección del establecimiento hostelero de Ontinyent se ha ratificado la predisposición favorable para que parte de sus instalaciones puedan ser utilizadas con fines hospitalarios si se produce una necesidad en nuestra zona de cobertura.
Aunque se espera que no haga falta recurrir a utilizar el hotel, la gerente del área Marga Llaudes agradecía la predisposición del Kazar y se adelantaba que “sería un lugar ideal por su proximidad con el Hospital de Onteniente y por sus condiciones”.
Esta hipotética ampliación se llevaría a cabo, previsiblemente “ante la necesidad de un espacio no COVID para pacientes”, tal y como sucede actualmente con el Hospital de Ontinyent.
En el mes de marzo, cuando la incertidumbre y el pánico marcaban los primeros pasos de una pandemia que sigue prolongándose hasta nuestros días, se planteó desde el Consejo de la Generalitat la posibilidad de contar con un parque hotelero a disposición para convertirlo en centros medicalizados. Se pretendía amortiguar el impacto que se estaba produciendo con la presión asistencial en algunos hospitales de la Comunitat Valenciana. El crecimiento de casos y de ingresos, junto con el alto nivel de empleo de las UCIS hacía temer lo peor, un desbordamiento, un colapso que dejara sin camas ni espacio para nuevos pacientes. Desde la Generalitat Valenciana, se llegó a firmar un convenio con el hotel Kazar como posible centro medicalizado si la situación se complicaba en el departamento de salud Xàtiva-Ontinyent. Ese acuerdo quedó sin efecto con el paso de los meses y ahora, vuelve a plantearse la posibilidad.