La asociación vecinal del casco antiguo de Ontinyent ha denunciado la situación en la que se encuentran las viviendas del barrio. Aseguran que el 60% de las casas se encuentra, actualmente, deshabitadas y que la situación es aún más grave si tenemos en cuenta que hay un 40% que está en peligro de asolarse, en proceso de caer o, simplemente, se han convertido ya en un solar.
Esta problemática urbanística por la que atraviesa el barrio de la Vila no es nueva sino que viene arrastrándose desde hace años. La amenaza de derribo de algunos edificios es lo que ha comportado que el peligro se extienda a los demás que están a su alrededor y, por eso, muchos propietarios deciden cerrar la casa y abandonar el barrio.
La falta de comercios o la dificultad de aparcamiento cerca del domicilio son algunos de los factores que, en opinión de los vecinos, contribuyen también a tropezar con la llegada de nuevos vecinos o la salida de los que ya estaban. Sin embargo, la asociación vecinal quiere poner en valor las ventajas de vivir en el casco antiguo de la población, entre ellos la hermandad que existe o la tranquilidad de las calles. Además, se muestran esperanzados de que las ayudas y las iniciativas públicas como las de los últimos años puedan recuperar la vida en el barrio e impedir que poco a poco vaya quedándose desierto.