En el marco del almuerzo del Medio Año Fester, Juan Antonio Boluda era homenajeado por su comparsa Abencerrajes, coincidiendo con el año de cargo de Embajada. El momento en el que le regalaron un sable con una inscripción personalizada fue muy emotivo para los asistentes y estalló una fuerte ovación. Juan Antonio es festero desde que nació, porque su familia era abencerraje. Él continúa en la peña 'el Sable', la de su padre, donde se siente en familia, ya que recibe la ayuda y apoyo de sus compañeros, para no faltar a ningún acto festero. De hecho, uno de los últimos deseos de su padre es que a su hijo nunca le faltaron las fiestas y así está siendo, gracias a su peña ya su ilusión por participar de una manera activa en los Moros i Cristians.
La enfermedad degenerativa, que sufre desde que nació, distrofia muscular de Steiner no está impidiendo que disfrute como un festero más.
El salón del Hotel Kazar fue testigo de cómo levantaba su nuevo sable, para hacer de cabeza de escuadra, un papel, el de dirigir la escuadra, que le gusta mucho, pese a sus limitaciones físicas.
Además de su comparsa, también han compartido con él ese pequeño, pero emotivo homenaje, su familia: su hermana, su cuñado y su sobrina y sus compañeros del Proyecto Trébol, con quien comparte muchos momentos gratificantes.
Seguro que Juan Antonio no olvidará ese momento y disfrutará de su sable al ritmo de otra de sus aficiones: la música.