¿Es Ontinyent una ciudad con suficientes espacios para los animales?

¿Quién se hace cargo de una mascota después de un divorcio? ¿Custodia compartida? A algunos les parecerá una exageración, pero la realidad es que para la gran mayoría de propietarios de animales domésticos éstos son un miembro más de la familia. Ahora se aprueba una nueva ley de protección animal que regula, entre otras cosas, esta cuestión, y que pasa a reconocer a las mascotas como “seres con sentimientos“. En concreto, la nueva legislación determina que “la relación de la persona y el animal (sea éste de compañía, doméstico, silvestre o salvaje) debe ser modulada por la calidad de ser dotado de sensibilidad, por lo que los derechos y facultades sobre los animales deben ser ejercitados atendiendo al bienestar y la protección de éstos, evitando el maltrato, el abandono y la provocación de una muerte cruel o innecesaria”.

Los amantes de los animales en Ontinyent han aplaudido esta medida y coinciden en calificar a sus mascotas "como un miembro más de la familia", destacando no sólo la compañía que éstos proporcionan sino también el compromiso y la responsabilidad que una persona adquiere cuando adquiere un perro, gato o cualquier otro animal.

¿Pero es Ontinyent una ciudad amable con los animales? ¿Tiene espacios suficientes para ellos? ¿Existe una convivencia con el resto de la ciudadanía o existe una falta importante de civismo? Los propietarios en general valoran de forma muy positiva las diferentes zonas habilitadas para perros: en el recinto ferial, el barranco, Benarrai (ahora inhabilitado por obras) y dos más en el barrio de Sant Rafel.

Del mismo modo, admiten que, por desgracia, existe una pequeña parte que no se hace responsable a la hora de recoger las heces de sus perros. “Cuando orina, intento que no lo haga ni en farolas ni en las ruedas de los coches. El problema no son los perros, son algunos de los dueños de los perros”, explica Juan Miguel, uno de los vecinos entrevistados. Y una de las propuestas de mejora que señalan los propietarios de perros es la instalación de orinales inodoros, conectados a la red de alcantarillado, como ya existen en otras ciudades.