Se trata de un período que supone un pico muy alto en cuanto al número de defunciones registradas en la ciudad. Pero, es necesario aclarar, de entrada, que no estamos hablando de un mes completo, del uno al treinta y uno. No se puede, por tanto, bautizar como un diciembre negro o enero luctuoso. El período contrastado de diferentes fondos nos abarca desde un poco antes de Navidad hasta la primera quincena del mes de enero de 2018. En esa mesada se encuentra la cifra que se apunta a continuación: hasta 43 defunciones.
PICO ALTO DE FALLECIMIENTOS
Estaríamos hablando de una media de 1,4 personas fallecidas al día, mientras que la media anual oscila alrededor de 0,4 por jornada, es decir, está claro que no se pueden morir medias personas, pero trasladando a los números en la realidad, en Ontinyent existe una tendencia que marca una defunción cada dos días, aproximadamente. Entre mitad de diciembre y mitad de enero del año nuevo, ese guarismo se ha casi triplicado.
Según aporta un facultativo médico consultado, en una jornada de fin de año coincidieron hasta 6 defunciones. Nos encontramos frente a uno de los picos más altos de mortalidad de los últimos años. Y hay que explicar bien que estamos ante un índice de mortalidad y no mortaldad porque, detrás, no hay ninguna epidemia ni causa generalizada.
CAUSAS
Para tratar de dar una explicación al elevado número de muertes de esa trágica mesada también hay que tener en cuenta dos temas: la cepa virulenta de gripe que está afectando especialmente a personas mayores, y el aumento de población mayor en nuestra ciudad .