Lorenzo Lamas fue el “rey de la camas” para Reig Marí.
Aunque cueste contarlo para todo aquel que no sea 'boomer', hubo un tiempo en el que la publicidad más impactante no era cosa de Instagram ni Tik-tok, ni siquiera Facebook o cualquier otra plataforma que necesitara internet. Porque hubo un tiempo, una forma de comunicarse, en la que las redes sociales no existían e internet era un mero experimento militar.
En el último tercio del siglo pasado, el gran altar en el que se oficiaban los ritos de la comunicación era la televisión. Y en España, hasta mediados de los ochenta, sólo existían dos alternativas: la primera cadena i el UHF (la segunda). Con toda la familia plantada, devotamente, frente al altar del televisor que presidía todos los comedores y salas de estar, las audiencias que se conseguían eran millonarias y el impacto que se conseguía con un anuncio televisivo superaba cualquier previsión.
El sector textil era consciente de ese poder y en plena época de expansión de mercados, las grandes marcas apostaron decididamente por este medio. Se crearon eslóganes y spots audiovisuales que han quedado en la memoria de toda una generación de españoles.
Padua
“En aquella época invertíamos mucho en publicidad, en todos los medios, pero, sobre todo, en cine y televisión“, explica Patricio Simó, miembro de una saga familiar que estuvo al frente de la mayor parte de la historia de Paduana. Aún se recuerda aquel espot rodado en el desierto en el que unos tuareg ¡avanzaban con sus camellos por las dunas al grito de Paduana! Pero, sobre todo, para los anales del marketing queda uno de los primeros nudos femeninos mostrados en la publicidad, sobre todo en una época en la que, tras la dictadura, culateaban los últimos estertores de la censura.
Tanto atrevido como efectivo, la imagen mostraba a una mujer oriental desnuda, con una manta pintada sobre su cuerpo. “Mantas Paduana. Noches de confort”, campañas de marketing brillantes y exitosas que todavía se estudian en las facultades de Publicidad. Pero la inversión en publicidad televisiva, en Paduana, ya había llegado en la década anterior, en los 60. En blanco y negro, en Youtube siguen pululando los spots primitivos en los que se anunciaba la manta Acrilán Paduana como “suave y ligera, la más suave de las mantas”.
Eslóganes
Esta asociación de la marca con el concepto: Mantas Paduana. Noches de confort”, formaba parte de un gran abanico de eslóganes vinculados a nuestras grandes fábricas textiles. Esa generación de millones de telespectadores sería capaz de repetir, durante años, éste y otros similares. “Mantas Mora. Son de abrigo”, “Mantas VS (Vidal y Sanz). Calor que no pesa”, “Manterol. Calor noble”. Y no sólo en Ontinyent, también en la comarca. “Reig Martí. El rey de las piernas” (Albaida). “Rasilán. Noches de ensueño” (Bocairent).
Un cierto aire machista
Siempre resulta complicado analizar, y menos juzgar, actas de las costumbres de épocas pasadas con los códigos de los que disponemos en la actualidad. En el campo de la publicidad la evolución ha sido constante y volver a ver esos anuncios despiertan varias miradas. La primera hacia el lenguaje oral. Todo apunta al calor, la suavidad, la comodidad, el bienestar que producen unos productos como las mantas. Esto era lo que acentuaban todos los anuncios, en ese mismo concepto competían todas las marcas.
La segunda mirada es, paradójicamente, la que entra primero, la visual. Lo que predominan son puestas en escena en donde la mujer es protagonista. Mujeres modelos. Mujeres que imprimieron belleza y sensualidad en el mismo producto. “Todos tenían un punto picante, un aire sexy. Hoy serían tildados de machistas. Impensables en la actualidad”, reflexiona Patricio Simó, licenciado en Ciencias de la Información.
Así, seguramente, ahora sería imposible encontrar espots con dos chicas a bordo de una cama, circulando por el centro de Madrid, insinuantes y mostrando tanto su alegría desbordante como las colchas sobre las que se apoyaban. O aquellas que, enfundadas en mantas estampadas, lucían palmito y eran asediadas por caballeros demasiado 'tocones' y 'besucons' mientras la voz en off presentaba la nueva colección de bellezas y remataba con la cancioncilla “Mantas Mora… son de abrigo” .
Lorenzo Lamas
Sin desprenderse de ese aire de machito si hay un anuncio con fortuna que quedó en el imaginario y en el chiste popular éste fue “el rey de las camas”. La marca albaidense dio en la diana al contratar al actor Lorenzo Lamas, popular por la serie 'Falcon Crest' quien aseguraba ser el rey de las camas en América porque aquí este reinado correspondía a Reig Martí.