El informe del juez decano de Ontinyent, Juan Manuel Gómez, recogido en la memoria anual del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de 2023 es demoledor sobre la situación que se vive en el partido judicial de Ontinyent. Las carencias van desde aspectos de personal, hasta las infraestructuras y pasando por los medios para desempeñar su trabajo. Todo ello tiene una repercusión en el atasco de casos, que ya son más de 1.000 sin procesar o lo que es lo mismo, repercuten a las víctimas de delitos.
Que cada juzgado esté en una sede distinta no es la única problemática. La radiografía judicial apunta un larguísimo listado de carencias, entre las que destaca “el estado completamente deplorable” del Juzgado nº1, “con ventanas de madera que no cierran correctamente, con termitas y con riesgo de caída de elementos de la fachada que van obligar a poner una malla protectora, sin que se haya realizado rehabilitación alguna”.
Problemas de humedades y eléctricos en el número 2, con subidas y bajadas de tensión; limitaciones de espacio en el nº3, que le obligan a “peregrinar” en las salas de los demás juzgados para celebrar los juicios; el nº4 está en un bajo sin ventanas, sin pintar en su totalidad hace al menos 5 años; la ausencia de salas de espera para público y profesionales que acuden a los señalamientos, lo que les obliga a esperar en la calle; la ausencia de una sala específicamente dirigida a la realización de videoconferencias por el sistema Gesell, de importancia en el testimonio de menores de 14 años, así como la instalación de biombos para las declaraciones de víctimas, sin que tengan confrontación visual con el detenido.
Por todo ello, el magistrado-decano reitera “la conveniencia de la creación de un Juzgado nº. 5 o, alternativamente, se proceda a la comarcalización en materia de violencia sobre la mujer”. De esta forma, se relevaría de esta competencia al tribunal núm. 3, “lo que redundaría en el mejor funcionamiento interno, redistribución de carga de trabajo entre todos los órganos judiciales sin necesidad de crear un nuevo juzgado”.
En la creación de una nueva sede y del juzgado núm. 5, se añade una petición histórica: “se considera imprescindible el establecimiento en Ontinyent de una sede permanente de la Fiscalía, a fin de agilizar la tramitación de las causas penales, en particular las de Violencia de Género, puesto que ahora la sede está en Alzira”. El magistrado-decano, recoge el TSJCV, "se muestra escéptico sobre el hecho de que sus consideraciones sean atendidas".