La denuncia la han hecho algunos vecinos de Ontinyent que han sido afectados por la argucia a los que les habrían estafado una media que rondaría los 50 euros en cada caso. La mangarrufa ya fue detectada hace unos meses y ahora, en los últimos días, ha vuelto a hacerse presente. Hay que estar muy atentos y desconfiar cuando el argumento coincide con la narración de los siguientes hechos.
Un hombre joven con barba, en torno a los 30 años, apariencia moderna, se presenta de una forma muy amable, educada y, sobre todo, con un tono familiar. Generalmente suele dirigirse a la persona que desea estafar por su nombre, lo que trata de transmitir que ya se conocen previamente de algo. Además, añade en un tono cordial y cercano que es vecino de una población vecina. Con todo ese contexto intenta crear un clima de confianza. De una forma muy directa explica que acaba de sufrir una situación imprevista. "Se me ha llevado la grúa el coche", explica. Y añade que no lo entiende, que ha sido cosa de un momento, que no sabe lo que ha ocurrido. En alguna ocasión, segos se ha constatado, puede variar la historia y exponer que le acaban de multar. Tanto en una versión como en la otra de la engañifa, pide dinero para salvar la situación. Apela a la falsa confianza que ha generado para pedir una ayuda que le permita superar el problema. Y, después, aunque prometiendo que enseguida devolverá la cantidad prestada, obviamente, desaparece.
Según algunas fuentes consultadas, se trata de una nueva modalidad de estafa que interpela a las supuestas relaciones sociales y que se realiza a partir de vencer las reticencias aportando mucha confianza con educación y amabilidad. Es necesario estar muy atentos y denunciar los casos.