Eva Ferrero, el arte de decorar todos los cuerpos

Black Diamond Tattoo es un estudio de tatuajes situado en la calle Font de la Figuera del barrio de Sant Rafel. En el número 48, se esconde la historia de Eva Ferrero, quien entró en el mundo del tatuaje por la puerta del entretenimiento, puesto que le gustaba dibujar. Hace ocho años, decidió echarse a la piscina sin saber si tenía agua. Con su trabajo, la ha ido llenando poco a poco y se ha sumergido en este mundo. Ahora, está invirtiendo en su negocio, que quiere mejorar día a día. Ferrero explica que el abanico de gente que se tatúa se ha ampliado, puesto que el rango de edad ha subido hasta los 70 años. Esto se debe a una mayor normalización de los tatuajes, puesto que se van borrando los estigmas. “Antes, a las personas tatuadas se les consideraba mala gente. Ahora está más admitido”, confiesa. La tatuadora señala que, aunque no existe un molde en el que encaja un perfil concreto, los que más se tatúan se encuentran en el rango de edad de entre 23 y 38 años.

Eva ha viajado a otros países como Estados Unidos o Dubai, lo que le ha permitido cambiar la perspectiva desde la que ve el mundo del tatuaje. Asegura que España anda a un ritmo más atrasado que otros lugares en cuanto a la normalización de los tatuajes. Aun así, admite que se siente muy valorada como tatuadora y confiesa que su meta es llegar a Estados Unidos a trabajar de lo que vive. Y de lo que le da vida.

RELACIÓN AMOR-ODIO: GUARDIA CIVIL y TATUAJES
Por su parte, este año se ha aprobado una normativa que permite llevar tatuajes a los Guardias Civiles, aunque se prohíben en manos, cabeza y cuello. En caso de que ya los tengan, tendrán que ocultarlos. Esto supone un punto de inflexión, puesto que, en 2018, se prohibía en el borrador del Ministerio de Interior cualquier tatuaje visible, de modo que los guardias y candidatos se veían obligados a taparlos o, incluso, “ a someterse a una intervención quirúrgica para eliminarlos”, apunta Eva. Un borrador que fue finalmente retirado. Ahora, se permite lucir los tatuajes a los agentes bajo unos requerimientos específicos, como que podrán ser visibles siempre que no superen los 70 cm² de piel en brazos y piernas, así como no podrán incluir imágenes o expresiones que inciten al odio o la discriminación.

En definitiva, una tatuadora que ha ganado varios premios nacionales e internacionales y que está imparable en ese arte dibujado en la piel.