Ferran Gisbert produce a los grandes músicos desde Ontinyent

La vida profesional de Ferran Gisbert, actualmente, está entre Barcelona y Ontinyent. Este músico y guitarrista ontinyentí ha decidido dar un paso más y dar un impulso a la producción musical, lo que marcará un punto de inflexión en su carrera. La particularidad es que ha escogido su casa para dotarla con tecnología, que le permite tener su estudio de grabación y trabajar desde Ontinyent. Y lo hace con un estilo propio, vanguardia y creatividad, marcando así la singularidad respecto a los grandes estudios.

La primera producción que hizo Ferran Gisbert fue el trabajo de los también ontinyentins, Lemons. “Al principio, trabajaba de una forma más convencional, con un grupo que quisiera grabar un disco. Me encargaba de la producción, íbamos a un estudio de grabación y dirigía todo el proceso de grabación, mezclas, etc. En esa época podía maquetar desde mi casa, pero tenía que recurrir a un estudio de grabación para poder grabar la música. Con los años, como estaba funcionando la producción y, poco a poco, estaba equiparándola en importancia a la dedicación a la guitarra, fui ampliando mi estudio, inicialmente especializado en guitarras, para cuando hacía grabación de guitarras por a artistas”.

Su vida profesional se cruzó Alizzz, productor de los logros de C. Tangana, y desde el año pasado forma parte de su banda, con quien acaba de finalizar la primera gira. Pero esta aventura musical sólo ha hecho que empezar, ya que además de guitarra, junto con el batería de la banda, llevan la dirección musical de la banda de Alizzz, y están preparando la nueva gira, que empezará en marzo.

Su implicación en la producción y grabación de los últimos temas de Alizzz ha sido decisiva para que Ferran diera el paso de tener su propio estudio de grabación, sumado con el hecho de trabajar codo con codo con el productor para otros artistas destacados de escena musical.

Además, el ontinyentí producirá los nuevos trabajos de Hermano Salvaje, Juan Belda y Esquina Finlandia.

Al fin y al cabo, una apuesta atractiva, personal y única, que hace que grupos de fuera, por ejemplo, de Valencia o Barcelona se decidan a grabar en el estudio del ontinyentí, que está haciéndose un nombre como productor.