Ontinyent ha cerrado uno de los capítulos más tristes de su historia del siglo pasado, al dar por concluido el proceso de por el que se pretendía identificar a los 13 fusilados el 15 de diciembre de 1939 en la ciudad, en la posguerra, y que fueron enterrados en una fosa común sin que sus familiares pudieran darles la despedida digna que merecían.
Así, el trabajo iniciado en 2017 ha concluido con la identificación de tres de las trece víctimas, gracias a que se ha podido cotejar el ADN de los restos con el de familiares directos. Ayer al mediodía tenía lugar una reunión entre los responsables municipales, los paleontólogos de Paleolab -encargados de la exhumación y posterior análisis de los restos- y los familiares de los fusilados en 1939. En ésta, los profesionales y las autoridades daban a conocer a los afines los resultados de un "largo proceso" que ha culminado con la identificación de tres personas que podrán recibir una sepultura digna por parte de sus familiares.
Según explicaba Manuel Polo, antropólogo forense del grupo Paleolab, “durante este proceso, la primera cuestión a la que debimos hacer frente fue encontrar los restos de los trece fusilados. En principio se contó con la hipótesis de que pudieran estar todos en un nicho. Pero no fue así. Se han realizado tres exhumaciones donde se han podido localizar a las trece víctimas. El proceso también ha implicado la exhumación de otros tres nichos más de familiares ya fallecidos de las víctimas, que eran los idóneos para encontrar el ADN adecuado”. Durante el proceso “se ha recuperado a los 13 cuerpos, dándoles la dignidad que merecían, por lo que se ha podido individualizar a estas 13 víctimas pero la identificación final genética se ha visto complicada en el sentido de que no teníamos 13 familias con las que comparar, sólo 7 y de ellas se ha podido identificar genéticamente relaciones de parentesco de tres de ellas”.
El trabajo finaliza con una sensación “agridulce” para los paleontólogos responsables “pero es importante transmitir que el ADN se degrada y que a veces no resuelve una identificación y es necesario acudir a otros métodos. Hemos realizado una combinación de métodos antropológicos y genéticos y nos ha permitido llegar a estas conclusiones, se han recuperado 13, pero sólo se han identificado tres fusilados”.
Otra cuestión importante que se ha podido documentar del proceso “es el mecanismo de muerte, las causas por las que fallecieron los 13 cuerpos. Se han podido establecer distintos métodos por arma de fuego, fundamentalmente a nivel craneal pero también torácico”, detallaba Polo.
Respecto al sentir de los familiares después de conocer los resultados del procedimiento, Rodríguez manifestaba que “sobre todo lo que nos ha trasladado es agradecimiento. A todos les hubiera gustado que se hubiera identificado a sus familiares, pero agradecen que a partir de ahora tengan un sitio donde ir a visitar a sus seres queridos y que éstos descansan dignamente”, aseguraba el primer edil.
HOMENAJE
El próximo 15 de diciembre se cumplirán 80 años desde que se fusilaron a 13 ontinyentins después de la Guerra Civil. Ese mismo día, tendrá lugar un acto homenaje en el cementerio municipal, donde el consistorio ha creado un memorial dedicado a todos ellos.