Ilona, ​​de pasar los veranos en Albaida a esconderse en un refugio

“Mi niña lleva tres días sin comida. Si no les matan las bombas, lo hará el hambre“, expresa Mara Blasco en la otra parte del teléfono. “Cada día le hablo a su madre en torno a las 6 de la mañana y el primer mensaje que me envío es: 'seguimos vivas'. Es la voz de la desesperación. Desde hace tres años esta albaidina acoge durante los meses de verano y Navidad en Ilona Myskho, una niña de nueve años que ahora se encuentra atrapada en Ucrania, concretamente en la zona de Ivankiv. Por allí pasan las tropas rusas con dirección a Kiev. Un lugar hostil donde las bombas y los disparos se han convertido en una constante desde que comenzó la guerra.

“Cuando llegó por primera vez a Albaida nunca había visto un coche. En su casa de Ucrania no tienen inodoro, no tienen lavadora, no tienen agua caliente“, manifiesta Blasco. Ilona es uno de los 100 niños y niñas del programa de acogida 'Respirar'. Una iniciativa de la ONG Infancia de Nad, en la que familias españolas acogen durante varios meses a menores que viven en la zona de Chernobyl. Un territorio castigado por la radiación y la pobreza.

Ahora se enfrentan a una incertidumbre que no saben cuándo cesará, en la que corren peligro sus vidas. Están atrapados sin poder salir de sus refugios. Un pie fuera de casa puede ser sinónimo de muerte. Continuamente se oyen decires y el estruendo de las bombas suena cerca.

Piden un corredor humanitario

“Nosotros teníamos una infraestructura creada para salvar a los niños a través de furgonetas y coches. Lo teníamos todo previsto para cuando hubiera un alto el fuego o un corredor humanitario poder sacar a los menores con seguridad. Ahora nos encontramos con la dificultad de que muchas de estas carreteras y puentes están cortadas. La única vía que les queda es caminando y esto es prácticamente imposible”. El poblado donde vive Ilona con su familia biológica, Termakhivka, está a más de 400 kilómetros de la frontera con Polonia, por lo que dificulta su llegada hasta allí más cuando carecen de transporte.

2.500 familias interesadas en acoger

Por eso hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que se cree un corredor humanitario y permita la salida segura de miles de niños que se encuentren en esta situación. "Si no hay un corredor de seguridad a nuestros niños no podemos sacarlos de allí". Pero Mara y la ONG a la que pertenece no quieren dejar a nadie atrás. “Queremos que ante esta situación de guerra vengan los alemanes de nuestros niños, sus estanques, así como cualquier otro menor de la aldea que no pertenecen a ninguna asociación”. Y voluntad no falta. En tan sólo cuatro días, esta vecina de Albaida ha recibido más 2.500 peticiones de familias de toda España interesadas en acoger a niños y niñas ucranianos.

Sólo de la zona de la Vall d'Albaida y comarcas de alrededores como la Costera, el Comtat y l'Alcoià, le han llegado más de 400 formularios de ciudadanos interesados ​​en acoger. En Ontinyent estas solicitudes han estado cerca de un centenario. "Ahora en los acogimientos no hay tiempo, debe ser familias que estén dispuestas a acoger refugiados durante el tiempo que haga falta", matiza Blasco. Sin embargo, la situación sigue inmóvil, hasta el momento sólo se ha podido trasladar algún grupo de niños y madres hasta ESLOVAQUIA i Polonia y se espera que este sábado salga otro, dirección a Rumanía.

Un posible alto el fuego

Este jueves a última hora, después de una segunda ronda de negociaciones, las delegaciones de Moscú i Kiev acordaban abrir un pasillo humanitario con un posible alto el fuego temporal durante las evacuaciones. Una medida que tal y como han pedido varios organismos internacionales, permitirá llevar medicinas y alimentos a las zonas más afectadas, así como evacuar a cientos de civiles a zonas seguras. Ahora, ambas partes continuarán hablando para fijar los detalles logísticos. Una medida que podría oxigenar la situación de miles de niñas y niños.