El verano es temporada de nervios, de ropa tirada por la habitación, de bolsas, de líquido antimosquitos, de gorras, de crema solar, de deportivas, de sacos de dormir, de cabañas, de jugar, de vivir aventuras. Porque el verano es temporada de campamentos.
Cada año, cientos de jóvenes y niños de los diferentes movimientos de Ontinyent se preparan la mochila para viajar a algún campamento, que será su hogar durante una o dos semanas. Sin embargo, la Covid-19 ha sido una gran señal de Stop para todas estas actividades por segundo año consecutivo. La elevada incidencia que se registra en los datos de la Conselleria de Sanidad ha supuesto un freno para los campamentos, manteniendo una tendencia al alza en el número de casos. Así, los distintos movimientos han decidido quedarse en casa, quedarse en Ontinyent.
Aunque la señal de Stop se encuentra en los caminos de todos ellos, cada movimiento ha optado por una ruta distinta. Así, los Juniors de Sant Josep, que ya suspendieron los campamentos el pasado año, han seguido por la misma senda: no celebrarlos. Por su parte, tanto los Juniors de San Rafael como los Scouts y el Movimiento Juvenil Santa María también han optado por no avanzar por el camino de realizarlos. Sin embargo, este vacío lo han llenado con otras actividades como un cine de verano, salidas por grupos para pasar el día, así como a través de la actividad conjunta Pekín Exprés', la cual consiste en una ruta por Ontinyent , en la que los niños y los jóvenes tendrán que enfrentarse a pruebas y otros juegos.
Por otro lado, los Juniors de Sant Carles tenían las actividades listas y las mochilas ya preparadas para irse desde el día 2 hasta el día 8 de agosto de campamento en Alcoy. Eran cerca de 25 niños los que iban a iniciar esta aventura, cuando un aviso de la Covid-19 les ha dado un toque de atención porque se quedan en casa, ya que desde el centro han decidido que la mejor arma para luchar contra el virus es dejar las mochilas, y las ganas, en Ontinyent hasta el verano que viene.