Insectos Delicious, la primera granja de gajos en Ontinyent

Los insectos tienen un gran potencial desde el punto de vista alimenticio, tanto para animales, como para humanos. Tres socios ontinyentinos, Daniel Cabedo, responsable de Tecnología y Seguridad Alimentarias; Jorge Serna, producción y digitalización, y M. José Alhambra, especialista en ventas, se han lanzado a poner en marcha la primera granja de insectos de la ciudad, Insectos Delicious, ubicada en el polígono industrial El Altet.

Las instalaciones cuentan con una sala de 100 m², donde se encargan de la cría y engorde de grillos, concretamente de la especie Acheta Domesticus, conocido también como grill rubio. “Viven a 27 °C, con las condiciones de humedad óptimas, siguiendo los ciclos de la luz del día y de la noche y bien alimentados e hidratados para fomentar su reproducción”, explicaban ayer en una visita institucional a las instalaciones ciones. “De momento estamos invirtiendo en un negocio que es totalmente novedoso para nosotros, pero pensamos que tiene potencial”, añadían.

En España, por ley, no se pueden procesar estos insectos para convertirlos en alimentos para humanos, algo que sí ocurre en países del centro de Europa. Aunque sí se pueden adquirir una vez procesados. En este sentido, recientemente, se ha dado un paso significativo, autorizando el uso del Tenebrio mollitor, conocido como gusano de la harina, para la alimentación humana, lo que abre las puertas a que suceda lo mismo, en un futuro no muy lejano, para otros insectos como elAcheta Domesticus.

Así las cosas, la granja de grillos de Ontinyent puede comercializar insecto vivo para la alimentación de mascotas, como peces, reptiles, anfibios o pájaros; procesamiento de insecto, congelado o en harina, destinado a animales de granja o acuicultura y estiércol de grill, que despierta el interés en la agricultura ecológica.

Por el momento, en Ontinyent se está cultivando una población suficiente de grillos para empezar a comercializarlos, por lo que todavía están en la fase inicial de inversión y desarrollo de la empresa. Se empezó adquiriendo cuatro cajas de estos insectos y poco a poco está creciendo y consolidándose la población de esta ganadería. Entre los retos iniciales se han hallado todos los trámites administrativos, un largo proceso que ha culminado con todos los permisos de alimentación animal y puntos de control y trazabilidad, así como de seguridad alimentaria.

La visita institucional a las instalaciones para conocer de primera mano este negocio atípico, contaba con la presencia del alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y del concejal de Promoción Económica, Juan Pablo Úbeda. “La apuesta por la innovación debe ir vinculada a criterios de sostenibilidad,
como en este caso. El futuro deben ser sostenible y las administraciones deben favorecerlo siempre que sea en su mano”, declaraba Jorge Rodríguez.

La ventaja de la producción y aprovechamiento del grillo, respecto a otras fuentes de proteína animal, tal y como recomiendan la FAO y la OMS, es que es más sostenible y eficiente ecológicamente. Esta producción comporta un consumo ínfimo de agua, no deteriora el suelo y supone un recurso fácilmente renovable, además de tener unas propiedades nutricionales equiparables a las de las carnes de mamífero o de pájaros.

La empresa cuenta con una ayuda del plan Reactiva, del Ayuntamiento de Ontinyent, que consiste en microcréditos para iniciativas empresariales nuevas y con la ayuda para catálogos.