Javi Pla ha sido uno de los técnicos de Iberdrola al llevar la luz a las poblaciones inundadas y su llegada era recibida "entre aplausos y abrazos del vecindario, no sabían cómo darnos las gracias". Este ontinyentí trabaja en Alcoy y destaca de su vivencia "la dificultad y el reto de posibilitar que hubiera luz en las condiciones adversas que existían".
Para ello utilizaban teléfonos vía satélite, ya que era una zona totalmente incomunicada. "Fue todo un reto profesional", apunta. Además, se quedaban alojados en hoteles de la zona para optimizar el tiempo de trabajo y evitar los largos desplazamientos.
La proximidad con los afectados le ha permitido conocer los testimonios de los afectados: “Cada uno nos contaba su historia, como la pérdida de sus padres o de sus hijos, la incertidumbre y la angustia de quienes no sabían nada de sus familias… una experiencia muy impresionante”. En lo que coincidían todos los relatos es en que "el agua nos sorprendió, en 5 minutos ya había subido 1 metro", afirma el ontinyentí. De hecho, en la imagen se puede apreciar la marca en la pared de hasta dónde llegó el agua.
El sentido general que ha podido comprobar es "la tristeza y la indignación" de los afectados.
La satisfacción para Javi Pla es haber formado parte del equipo de profesionales que "en pocos días hemos podido restablecer casi todo el mercado". Había vivido situaciones en las que el suministro de luz se había interrumpido, pero "nada comparado con esta última DANA", concluye.