José Montero: ponerse las botas para llegar hasta lo más alto

Subirá al escenario del Espacio Delicias, en Madrid, a finales de septiembre para representar el musical Pisando fuerte, traducido como Ponte las botas. Se trata del actor y bailarín ontinyentí José Montero Soriano, que cumplirá una de sus aspiraciones: estar en la primera línea del mundo del espectáculo, llegar hasta lo más alto. “Es un mundo muy competitivo. Para mí es una carrera de fondo constante. Es duro porque tu cuerpo es tu herramienta de trabajo; debes tener una buena base técnica, cuidarte mucho y estar constantemente formándote. Hay mucha gente en el sector y no siempre recibirás un 'sí' en las audiciones, así que psicológicamente debes estar preparado y ser paciente. La perseverancia es fundamental para llegar hasta dónde deseas”, afirma José Montero.

En Pisando fuerte se pone en la piel de Angels, pero el camino no ha sido fácil, dado que en las pruebas de acceso se presentaron más de 1.400 personas. Inspirado en hechos reales, este musical cuenta una historia de superación de dos personas que no tienen nada común. O esto es lo que creen. Juntos crearán una fabulosa línea deestiletes como el mundo nunca ha visto antes. “Las audiciones fueron muy difíciles. En mi caso, para el perfil de Angels, era requisito obligatorio bailar con tacones y cantar. Tienes que prepararte bien las partituras de las canciones que te envían por correo con la cita y debes ser lo suficientemente rápido como para aprender la coreografía que te marcan en el momento, ya que suelen haber muchos grupos, así que la concentración y el control de los nervios es muy importante para realizar una buena audición”, recuerda José Montero.

Desde el punto de vista profesional, este espectáculo es uno de los proyectos que más le supone profesional y personalmente. Sobre todo, por el tipo de producción tan grande y la exigencia del papel, puesto que trabajar el personaje de drag queen interpretativamente es algo nuevo para él. Además, cantar y bailar con tacones es un reto, por lo que asegura que está "muy motivado y preparado para todo lo que venga".

El inicio: los bailes de salón

Los inicios de este ontinyentí, desde el punto de vista de la danza, fueron en el baile deportivo, bailes de salón, cuando tenía 8 años, en el Club Esportiu Dancing Ontinyent. “Recuerdo con mucho cariño a una de las creadoras, María Rosa Burgos, ya toda la gente que compartimos pasión durante más de 8 años compitiendo por toda España. Posteriormente me formé en danza jazz y contemporánea con Pachi G. Fenollar, profesor de la escuela de danza Ópera, y fue cuando empecé a trabajar profesionalmente para distintas producciones musicales de la Comunitat Valenciana”, explica Montero.

Llegó un momento en que José Montero decidió dar el paso decisivo que le llevaría a la capital de España a hacer realidad sus sueños. “Después de haber estudiado un grado en Finanzas y Contabilidad en el campus de Ontinyent (Universidad de Valencia) y un máster en finanzas de empresa en Valencia, yo seguía trabajando profesionalmente como bailarín y también como economista, pero quería hacer un paso más y dedicar más tiempo a la formación artística. Así, tuve que apostar por lo que era mi pasión, así que busqué un centro de formación en Madrid y me lancé, por eso he podido seguir formándome en escuelas de interpretación, canto y distintos tipos de danza. Es la mejor decisión que tomé”, explica con satisfacción.

Desgraciadamente la llegada de la Covid-19 ha cambiado el mundo del espectáculo de forma significativa y, desde dentro, este ontinyentí afirma que “ha sido muy duro y lo está siendo. Principalmente por el cierre de todos los centros formativos, teatros… Al no poder realizarse actos culturales ni de ocio y formación, como en muchos sectores, ha sido pasar del todo al rezo, es decir, cero posibilidades. Las condiciones se han reducido mucho. El aforo limitado implica que muy pocas producciones se puedan realizar, puesto que económicamente no son viables. Muchos eventos se han dejado de celebrar y otros se cancelan a última hora, así que si antes ya existía incertidumbre, ahora más. Tras el confinamiento se publicaron unas ayudas del gobierno para artistas, pero con tantos requisitos, muy pocos se han podido beneficiar. Es muy difícil acceder a ayudas para el sector”.

En Madrid, lo que más echa de menos este intérprete está en la familia y los amigos. "De hecho, siempre que vengo a Ontinyent intente encontrarme con ellos y recargar energía, pero llega un punto en el que abrir nuevas puertas fuera y tener más posibilidades es necesario", confiesa el actor. A la pregunta de si volverá a Ontinyent, la respuesta no se hace esperar: "Si vuelva a Ontinyent, será en un futuro lejano, y espero que para compartir y aportar vida al teatro y al mundo artístico". Experiencia e ilusión no le faltarán allá donde vaya este intérprete tan formado y apasionado por su profesión.