En sus 14 años de actividad profesional la empresa inmobiliaria Kapitalia no había registrado un dato similar. Por lo menos no en un período de tiempo tan corto. Durante los meses de julio y agosto, la empresa ontinyentina ha logrado cerrar la compraventa de 38 chalés situados en el término municipal. El ritmo de, prácticamente, un chalet vendido cada dos días se suma a una actividad frenética que también arroja como cifras, la venta de 16 pisos y 8 locales industriales y/o comerciales.
PERFIL DEL COMPRADOR
Según datos facilitados por la propia empresa, el 18% de los compradores procedían de fuera de Ontinyent, “gente que puede teletrabajar desde cualquier sitio y que, fundamentalmente, mostraba inquietud por las conexiones de internet de la residencia”, explica Salvador Palau , director de Kapitalia.
Además, cabe apuntar que el 9% de los compradores eran extranjeros, todos ellos de nacionalidad francesa. El resto, 73%, vecinos de Ontinyent que han acordado un alquiler con opción a compra o han firmado una compraventa con pagos aplazados.
Las causas de este notable incremento en la venta de residencias de campo son diversas. Para explicar esta tendencia es necesario tener en cuenta la situación de pandemia, incluyendo la fase de confinamiento durante el estado de alarma. “Nuestra empresa no cesó su actividad. Si bien es cierto que durante los meses de marzo y abril, el mercado sufrió una parálisis, en mayo se empezaron a activar las operaciones, en junio fueron cerrándose los acuerdos y la materialización llegó en los meses de julio y agosto”.
Residencias con mayor iluminación, más espacio y posibilidades de aire libre ocupan ahora las preferencias de los compradores. "Este criterio también es válido para la venta de pisos", añade Palau. Por parte de los compradores se han priorizado criterios como el precio (el precio medio ha sido inferior a 140.000 euros), así como las posibilidades de disponer de piscina o poder construirla.