Ontinyent ha acogido este miércoles la que ha sido la tercera representación de la Danza Macabra un espectáculo multidisciplinar que se está consolidando entre las citas culturales en la ciudad en las fechas previas a la Semana Santa. La propuesta, impulsada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento con la participación de numerosas entidades locales, volvió a sorprender por su fuerza visual y escénica, combinando teatro, danza y música en un recorrido por el centro histórico de la ciudad. En esta edición, el público pudo disfrutar de representaciones completas en diversos puntos del recorrido, como la plaza de la Concepció, Sant Francesc, Delme, Sant Carles, la placeta Latonda y la plaza del Ayuntamiento.
El espectáculo contaba con más de 80 participantes y la colaboración de la Asociación Ballet Ópera, Nuestra Tierra, Pantomima Teatro, la Sociedad Unión Artística Musical Ontinyent, el Nuevo Orfeó y el Coro Aria. Por segunda ocasión se contó con el auca incorporada el año pasado y diseñada por Ignasi Gironés con versos de Inma Llinares, que narra gráficamente la esencia de la “Danza Macabra”, inspirada en la cerámica valenciana del siglo XVIII.
El concejal de Cultura, Àlex Borrell, mostraba su satisfacción por la gran acogida de la actividad y agradecía "el trabajo incansable de todas las personas y entidades que han hecho posible este espectáculo tan especial. Una muestra más del potencial creativo y cultural que tenemos en Ontinyent, y que cada año atrae a más público e interés". Borrell destacaba que la Danza Macabra "ya se ha convertido en una cita esperada que enriquece la oferta cultural del municipio durante la Semana Santa, y que da visibilidad al talento local en disciplinas como la música, el teatro o la danza".
El texto de Inma Llinares, con el asesoramiento de Manolo Requena, ha creado un auca que imparte un pequeño recorrido por personajes históricos vinculados a la ciudad. El Papa Alejandro VI, la reina María Ana de Austria, el síndico en las Cortes Luis Albuixech, la priora fundadora de las Carmelitas Catalina Tejeda, el franciscano Vicent Nancosa… y el pueblo llano. A todos iguala la muerte. Como lo anuncia el Canto de la Sibila cada 22 de diciembre en el arciprestal de Santa María. Como lo ratifica cada Miércoles Santo (desde hace tres años), la Danza Macabra en la Plaza de la Concepció y la Calle Mayor.