La deuda de Ontinyent se duplica en dos años y pasa de 6,2 a 12,3 millones

La deuda bancaria del Ayuntamiento de Ontinyent, según la previsión actual, se incrementará hasta los 12,3 millones de euros durante este año 2022. Esto supone un aumento de más de 3 millones respecto al año anterior (2021 se cerró con una deuda de 9,1 millones de euros) y significa, además, duplicar la que existía en 2020 que era de 6,2 millones de euros. Con esta previsión, la deuda a finales del año en curso se acercará a la del 2014, al término de la primera legislatura en la que gobernó Jorge Rodríguez a la alcaldía con el apoyo de Compromís. Cabe recordar que en ese momento la deuda era de 13,6 millones de euros después de haber sido rebajada de los 20,3 millones del inicio de esta legislatura, después del gobierno del Partido Popular liderado por Lina Insa.
El alcalde asegura que “reducir en ese momento la deuda fue algo que, a la larga, ha resultado positivo porque así el Ayuntamiento ha podido aprovechar las oportunidades de inversión que han ido surgiendo. Si no, hubiera sido imposible”. Añade que el Ayuntamiento tenía margen de endeudamiento.
Desde Compromís se considera que "el aumento de la deuda sin tener unas prioridades claras en la política de inversiones fue uno de los principales motivos de nuestro voto en contra en el Presupuesto Municipal 2022". Y recuerda que “cuando Compromís hemos tenido responsabilidades de gobierno siempre hemos dejado mejor al Ayuntamiento que lo encontramos. Por el contrario, la tendencia a incrementar la deuda por querer realizar determinadas inversiones de dudosa necesidad, como las escaleras mecánicas de más de 130.000 euros o la obra del recibidor del edificio del Ayuntamiento nuevo, parece una manía de las mayorías absolutas ”.
En el mismo sentido, Paco Penadés, edil del Partido Popular, afirma que “para el PP de Ontinyent el crecimiento de la deuda sólo hace que constatar la falta de planificación por parte del equipo de gobierno. Se han acumulado muchas obras en año preelectoral, lo que ha supuesto necesitar muchos recursos y que deba recurrirse a préstamos. Además, todavía hay que saber cuál será la factura del nuevo sistema de recogida de residuos y si será el Ayuntamiento o los contribuyentes quienes asuman el coste de un servicio que actualmente se deficitario en un 30%. En definitiva, una política económica errática y desnortada”.