Era el día de la Purísima de 2022. Alrededor de las 19.30 horas, con la calle llena de transeúntes, un fuerte ruido sorprendía a los vecinos. Parte de la cornisa de un balcón caía en la calle, arrastrando con ella un altavoz de gran volumen que se encontraba enganchado a éste, desde hace años.
La suerte o la casualidad hizo que en ese momento no hubiera ninguna persona bajo el inmueble afectado y que aunque la calle estuviera llena de personas, no se tuviera que lamentar ningún herido. Si el suceso se hubiera producido sólo un par de minutos antes, la cornisa y el altavoz habrían caído directamente sobre la comitiva de las Camareras de la Purísima y el resto de la procesión.
Casi dos años después, en el mismo punto exacto donde se produjo ese suceso que no tuvo repercusiones en cuanto a daños personales, se ha reproducido la escena. La lluvia caída, sobre todo, en la noche del martes al miércoles, ha provocado solidas que han acabado en desprendimientos en el mismo punto que hace dos años.
Las imágenes lo dicen todo. Una corresponde a la caída de parte de la cornisa de hace dos años. La otra es de esta misma semana.
Arriba el desprendimiento del día de la procesión de la Purísima de 2022. Bajo, el de esta semana. En el mismo sitio.
