A las puertas de cumplir 90 años. Así se ha quedado una de las empresas más míticas de la capital de Vall d'Albaida. La Fábrica de Embutidos Onteniente o, lo que es lo mismo, La Botifarrera, iniciaba su historia en 1934, cuando la familia Pla elaboraba, en su propia casa, la butifarra de Ontinyent. Ahora cesa su actividad prácticamente por sorpresa.
Según ha podido saber este periódico, hasta hace escasas semanas La Botifarrera llevaba el embutido de Ontinyent en supermercados de toda la Comunitat Valenciana, pero también de Catalunya, Baleares y Murcia. Uno de esos supermercados era Mercadona. La empresa cárnica dejó de suministrar a la cadena de Juan Roig prácticamente de la noche a la mañana.
Por otra parte, fuentes sindicales sustentan la idea de que ha sido un cierre precipitado. "Hace tiempo que esperábamos que ocurriera algo, pero el cierre tan precipitado nos ha sorprendido", admiten. Cabe recordar que en 2018, la empresa no pasaba por su mejor momento y fue adquirida por un grupo inversor agroalimentario. Esta nueva gerencia anunciaba mejoras en la maquinaria, formación para los empleados, el inicio de un proceso de digitalización o la implantación de placas solares.
Otras fuentes consultadas señalan dos cuestiones relevantes. Por un lado, afirman que no hace mucho la empresa comunicaba que estaba buscando una superficie de 15.000 m² para expandir sus instalaciones en Ontinyent. Mientras, al mismo tiempo, hablan de deudas e impagos a terceros, lo que podría derivarse de una mala gestión.
En 2020, con los últimos datos conocidos, la plantilla de La Botifarrera rondaba los 60 trabajadores. Actualmente, este medio no ha podido confirmar cuántos empleados se han visto afectados por el cierre, después de intentar contactar en varias ocasiones con la empresa de forma infructuosa.