Sobre papel, los proyectos son ilusionantes. Pero dibujar la ciudad que un partido quiere sobre el mapa no siempre es realista, puesto que los condicionantes de la partida son cambiantes. Esto es lo que ha sucedido con la estación de autobuses que el Valle nos une anunciara en su programa electoral: “Ya es hora de que podamos contar con una estación digna en Ontinyent, y pensamos que ésta es la mejor ubicación”. El alcalde Jorge Rodríguez se refería con esta declaración en el solar de Mesta, frente al Centro de Salud de la avenida Albaida. Era 15 de mayo del 2019.
Arrancaba la legislatura y el gobierno local con mayor representación municipal de la historia se proponía llevar a cabo este compromiso electoral. Era el 19 de julio de 2019, y se anunciaba que se iniciaría ese mismo año “la ejecución de la nueva estación de autobuses de la ciudad, en la zona de Mesta”. Para ello, se realizaba una modificación de crédito, aprobada en plenario, en la que se incluía una partida de 20.000 euros “para empezar la contratación de las obras y ejecutar una primera fase del proyecto”, explicaba una nota de prensa.
La intención era crear esta estación de autobus, con el objetivo "de hacer más cómoda y atractiva la opción del transporte público interurbano, y se trabajará para incrementar las frecuencias y destinos de las líneas con parada en Ontinyent". La ubicación era uno de los puntos fuertes, ya que "estará perfectamente comunicada, en pleno barrio de Sant Josep ya pocos metros de uno de los accesos de la ciudad desde la ronda sur".
¿Qué ha pasado con este proyecto?
Este viaje por el tiempo, nos lleva a la actualidad. Este lunes ha empezado a funcionar la marquesina para los autobuses de línea que unen Ontinyent y Valencia, Xàtiva y Bocairent. De este modo, se anula la parada que hay en la C/Músico Vert, junto a la Paduana.
Según exlican desde el Gobierno de Ontinyent, "empezamos a hacer gestiones para construir la estación de autobuses en Mesta, pero nos encontramos con un solar particular y un proyecto de reurbanización muy costoso".
Justo en frente de este solar, se encuentra el recinto ferial de la ciudad, totalmente urbanizado. La idea de trasladar a este punto la nueva parada de autobús de línea resultaba atractiva para el gobierno, que veía cómo, con mucho menos presupuesto, tendría un punto para recoger y dejar a los pasajeros. Era la alternativa "low cost". Han pasado los años y estación de autobuses, la idea se ha materializado en una marquesina. “Este proyecto ha sufrido el encarecimiento de las materias primas y problema de suministro de los materiales para terminarla. De hecho, el tejado iba a tener mayores dimensiones y ha tenido que hacerse más pequeño”, detallan desde el consistorio ontintentino.
Otro de los interrogantes que surgen es: ¿Qué sucederá durante la celebración de la Feria de Ontinyent en noviembre? Sin lugar a dudas, la marquesina quedará inutilizada mientras dure esta celebración festiva. Circunstancia que minimizan desde el Gobierno de Ontinyent. "No supone ningún problema, durante el tiempo que dure la Fira, la pradera se quitará a una ubicación cercana".
Viendo que el tráfico del autobuses online no es masivo, como en otras ciudades, finalmente ésta ha sido la opición del gobierno, una marquesina, que no descarta “mejorar según las necesidades”.