La pandemia y el bitcoin, en la raíz de los problemas de la carencia de recursos y la subida de los precios

Falta de coches, tarjetas gráficas, de hilo o incluso de cartón. Estas situaciones se están dando en Ontinyent desde hace unos meses al igual que en el resto del territorio nacional y todo ello tiene dos responsables. Por un lado, la Covid-19, que sigue haciendo estragos más allá del ámbito sanitario. Por otro lado, el bitcoin, las criptomonedas, el dinero digital.

Con la pandemia, los puertos dedicados al transporte marítimo se vieron gravemente afectados. Por un lado cayó la actividad de forma drástica, y por otro, muchos tuvieron que cerrar por protocolo sanitario. Pero si algo ha traído también este virus es el auge de las compras por internet, esto sumado a la recuperación de la actividad, ha hecho que la demanda sea tan alta que no haya suficientes contenedores y que el precio para transportarlos se haya disparado. Este incremento en el precio de las importaciones ha alcanzado una subida del 700%. Una situación que, según varios expertos en comercio internacional, no se había vivido desde la Segunda Guerra Mundial.

Automoción

Algunas industrias han visto agravado el problema con una crisis de los microchips. No existen microchips disponibles en el mercado y esto está provocando la paralización de la producción en sectores como el del automóvil o la informática. Son varios los concesionarios de Ontinyent que han admitido estar teniendo problemas a la hora de recibir vehículos para vender. "Hay coches que se han comprado en mayo y que todavía no han llegado", explican. Y la culpa de esa escasez es del bitcoin. El auge de las criptomonedas ha propiciado la creación de las llamadas 'granjas de minería', que requieren una alta demanda de equipos informáticos. La gran mayoría de estas granjas se encuentra en China y son ellas las que están acaparando todo el mercado de microchips.

Informática

El sector de la informática es otro de los afectados. Uno de los principales problemas están siendo las tarjetas gráficas, su escasez es tal que el precio se ha disparado considerablemente. "Algunos modelos han pasado de costar 400 euros a 800 euros, pero hay otros que se han encarecido más del doble, pasando de los 1.000 euros a los 2.400", explican.