La historia de la residencia para personas con diversidad funcional viene de muy lejos. Y hoy se pone en marcha, con 4 usuarios de los 40 que está previsto que residan en estas instalaciones. El resto irá incorporándose progresivamente, así como el personal requerido, según fuentes municipales.
Ya han pasado veinte años, desde que los padres y madres de los posibles usuarios empezaron lo que para ellos era un proyecto anhelado y muy necesario. Para materializar aquella demanda era necesario un acuerdo a tres bandas que, con el tiempo, convirtió en realidad la solicitud: el Ayuntamiento de Ontinyent puso los terrenos, en una ubicación cercana a la urbanización del Pilar; Caixa Ontinyent asumió la construcción de la residencia y quedaba la tercera pata: Conselleria, que era la que debía encargarse de abrirla con el equipamiento y el personal necesario.
Corría el año 2010 y el flamante edificio se terminó de construir. Ayuntamiento y Caixa Ontinyent habían cumplido. Todo estaba listo para hacer realidad los sueños de familiares y usuarios, pero el grifo del Consell presidido por el PP estaba más que cerrado a nuevas inversiones por una situación financiera muy grave y salpicada por políticas de despilfarro y corrupción.
En 2015 el signo político cambiaba a la Generalitat Valenciana y con el pacto del Botànic llegaban nuevos aires y la esperanza de hacer cumplir reivindicaciones históricas para Ontinyent, entre ellas la residencia para personas con discapacidades. La Conselleria de Mònica Oltra escuchaba la demanda ontinyentina y la hacía suya, pero al visitar a los técnicos las instalaciones, que habían estado cerradas a lo largo de los últimos años, se vio que había que hacer enmiendas de dos tipos: para mejorar la calidad del servicio de los usuarios y para adaptarse a la normativa vigente.
Las obras ejecutadas han incluido cambios en la cocina para adaptarla a un servicio de elaboración de comidas en vez de catering; la adecuación de los recintos de ducha de usuarios y personal para preservar la intimidad de los mismos y mejorar su funcionalidad o adecuación de la lavandería para dotarla de mayor equipamiento. También se ha actualizado el sistema automático de cierre y apertura de salidas de evacuación a la normativa actual; un sistema de protección del sol en las zonas más afectadas; o la colocación de solera y pavimento de exterior desde la salida del centro hasta salir de la parcela de la residencia y un nuevo acceso peatonal frente a la entrada principal de la residencia.