En los casi dos meses que van de otoño meteorológico, la tenaz persistencia de las altas temperaturas en España está sorprendiendo a los expertos, y eso que los pronósticos ya apuntaban a que esta estación seria más cálida de lo habitual. El verano se alarga cada vez más, con lo que los hábitos del consumidor que se ven claramente influenciados por unas temperaturas que no son propias de la época.
En Ontinyent, ya son varios comercios lo que apuntan a que, si esta dinámica sigue igual en las próximas semanas, la campaña de invierno podría verse lastrada. "Yo siempre digo que hay un sector que son los agricultores que dependen mucho del tiempo y los condiciona y después estamos nosotros", cuenta a este periódico María José Alhambra, propietaria de Mayoral, tienda de moda infantil y juvenil. "Las ventas están muy paradas porque claro: ¿Quién se compra ahora un batín o un pijama de invierno?”, lanza al aire, Susi Cámara de Susi Lenceria.
Por otra parte, Encarna Galbis, gerente de Tabata, tienda de moda, señala que las ventas que ahora se están moviendo son principalmente “capriches”. Además, con un contexto cada vez más perverso, con ciclos meteorológicos cada vez más dispares, algunos comercios ponen el foco en las rebajas y el Black Friday: temen que la demora por adquirir los artículos de invierno acabe derivando en que el cliente sólo compre en los períodos de reducción de precios. “Nosotros al final vendemos la campaña prácticamente en rebajas”, apunta Susi. “Con ese calor y con el poco tiempo que queda para el Black Friday la gente espera a comprar, al final se juntan muchas cosas que no le convienen al comercio”, defiende Encarna Galbis.
Para este fin de semana, según la Agencia Estatal de Maternología, se esperan máximas de 25 grados y mínimas de 13. Un otoño inusual, que deja atrás uno de los veranos más largos desde que existen registros.