Son, cansancio, ansiedad… Estos son sólo tres de los síntomas de la astenia primaveral, que aterriza con cuyo inicio para muchos es la estación más especial del año. ¿Por qué el optimismo de la primavera puede causar fatiga, desmotivación y esas ganas de no hacer nada? Aquí repasamos las causas y sobre todo las soluciones para no perder un ápice de energía.
Las claves de la astenia primaveral
el doctor Joaquín Domínguez de Hospital Capilar define la astenia primaveral como “un trastorno adaptativo a los cambios y horas de luz, de temperatura y presión atmosférica que induce cambios en el estado anímico de las personas”.
¿Los síntomas? Falta de energía, irritabilidad, alteración del sueño, cefaleas, estrés, ansiedad, pero también inapetencia sexual. La tristeza y un tono vital bajo también son otras características de entre toda la sintomatología que va asociada a la astenia primaveral y que puede sobrevivir durante semanas, llenando de hastío y cansancio las pequeñas y sencillas acciones del día a día.
Causas
¿Por qué aparece en primavera? El cambio de horario, la subida de las temperaturas y el aumento de la luz tienen un impacto directo en nuestra rutina. También afecta en la astenia primaveral a los cambios en la humedad y en la presión atmosférica, el hecho de que florezcan algunas plantas y de las alergias. Este año, el mes de marzo ha sido una concatenación de días nublados y en los últimos días hemos sufrido nevadas y frío invernal, mientras que otros días el sol ha salido con fuerza para recordarnos que el verano se avecina. Ante esta inestabilidad meteorológica, tampoco sabemos cómo vestirnos y entre tantas dudas vuelven los resfriados.
¿El resultado? Una caída de las endorfinas, la llamada hormona de la felicidad, y en consecuencia el ánimo decae y nos faltan fuerzas psíquicas y físicas.
Combatir la astenia primaveral
No ponemos el grito en el cielo, al menos que los síntomas persistan más de unos 15 o 20 días, ¡entonces deberíamos visitar al médico!
¿Qué podemos hacer frente a la astenia primaveral? Resistirnos a la apatía con actividades y ejercicios que nos motivan, con una alimentación sana y equilibrada, una actividad física y habitual y un descanso correcto. Como señala el dr. Miguel Martín Almendros, médico de atención primaria, es nuestra responsabilidad activar nuestras defensas.
La dieta, abundante en verduras y frutas
No es ninguna novedad, pero una dieta sana y equilibrada es la clave para sentirnos bien, con buenos desayunos y cenas ligeras. Bienvenidos sean los cereales, las verduras y las frutas, mientras que los grasas y los azúcares refinados los dejaremos en el armario, porque aportan una energía de mala calidad.
Aporte vitamínico para el cuerpo y el cabello
Aunque la dieta equilibrada es innegociable, podemos mejorar nuestro estado anímico y físico frente a la astenia primaveral con aportaciones vitamínicas, como la jalea real. Conocida como el caviar de la colmena, que aporta a la reina una longevidad 40 veces mayor y una productividad increíblemente alta.
Además, como se indica desde Hospital Capilar, en primavera se produce el efluvio telogéneo, que acelera el ciclo de renovación del cabello, debilitando los folículos pilosos. ¿Resultado? El pelo cae más. Para garantizar una buena salud capilar, además de la dieta sana y equilibrada, es recomendable incluir en la rutina lociones anticaída y mascarillas hidratantes, pero también productos de nutricosmética.