Le roban 803 € con compras online en la República Checa

El teléfono móvil lanzó una señal. Eran casi las doce de la noche. Rafael Soler se apresuró a comprobar la alerta que procedía de la app del Banco de Santander. El departamento de ciberseguridad de la entidad bancaria informaba de que había sufrido varios cargos en su tarjeta de débito. Al día siguiente comunicó la incidencia en el banco. Los empleados le aseguraron que las operaciones habían sido bloqueadas por el sistema de ciberseguridad y que los cargos no se cobrarían. Inutilizó la tarjeta y solicitó otra nueva.

Al activar la nueva tarjeta y actualizar la libreta comprobó, con asombro, que sí existía un cargo de 803 euros por una compra realizada en la República Checa. “Nunca hago compras online. No he adquirido productos a través de internet. No he utilizado la tarjeta ni la app para realizar compras y menos en la República Checa”. A partir de ahí empezó una pesadilla que ya dura diez meses. Desde el Banco de Santander le aseguraron que la entidad se haría cargo del importe, pero el tiempo va pasando y esa predisposición se ha evaporado. “El Banco de Santander culpa a Mastercard y asegura que ellos sólo actúan como intermediarios y, por tanto, no asume la responsabilidad”.

Las gestiones con Mastercard no han fructificado porque la multinacional financiera mantiene que se han efectuado las compras aunque no haya demostrado quién las hizo. “Me siento perjudicado y defraudado por la actuación del Banco de Santander en el que tanto he confiado durante años”, expone Rafael Soler quien añade que “el banco no me da garantías de por qué se ha utilizado mi tarjeta o mi cuenta para operar sin mi consentimiento”.

Rafael Soler ha denunciado este fraude informático y asegura sentirse "impotente ante todo lo que ha sucedido". Afirma sentirse cercano a la filosofía que inspiró la campaña de Carlos San Juan 'Soy mayor, no idiota' y reclama que la entidad con la que ha tratado personalmente acabe asumiendo su compromiso.

Ya tuvo un precedente cinco meses antes

Lo extraño en el caso denunciado por Rafael Soler es que ya tuvo un cargo contra su tarjeta en mayo de 2021, cinco meses antes del fraude cometido con compras en la República Checa. En esta primera ocasión eran cargos de 92 euros realizados por una pareja de jubilados de Pontevedra. La propia Policía Nacional descartó la intencionalidad delictiva en este caso. En aquella ocasión el Banco de Santander le devolvió sus importes. Sin embargo, ya se sembró la sospecha de por qué se cruzaba su número de cuenta con otros usuarios.