El Himno de Ontinyent cumple 100 años

El Himno de Ontinyent cumple este año su primer centenario. El orgullo para la ciudad durante muchas décadas ha sido valer que la composición era una obra del reconocido compositor Rafael Martínez Valls, hijo de este municipio.

Aunque en sus primeras décadas de existencia la población le acogió con los brazos abiertos, poco a poco la letra, concebida por Luis Fabrelles S. de Ibarrola, ha quedado obsoleta, pues es fruto de un contexto histórico concreto , totalmente superado. Esto ha abocado al himno a ser interpretado en citas festivas muy concretas, sin que el consistorio la contemple en actos propiamente institucionales.

Según ha publicado el Cronista de Ontinyent, Alfred Bernabéu, el 8 de agosto de 1918, un joven Martínez Valls le pedía a la corporación municipal estrenar en las fiestas un himno dedicado a la ciudad, gesto que el ayuntamiento agradeció y va acordar facilitar el estreno. Paralelamente a la popularidad creciente del compositor, aumentaba la acogida del himno por parte de la población. De hecho, la corporación municipal adoptó medidas para potenciar el uso del himno, como la compra de partituras para divulgar la pieza entre las formaciones musicales y colegios de Ontinyent. Pero no fue hasta 1960, cuando la corporación de Anselmo Serna, coincidiendo con el centenario de las fiestas de Moros i Cristians, aprobó la composición que hiciera Martínez Valls para su ciudad, como el himno oficial de Ontinyent. Desgraciadamente el ontinyentí no pudo ser testigo de ese gesto que tuvo su ciudad, pero sí se comunicó a su viuda.

Ahora, coincidiendo con su centenario, pueden abrirse algunos interrogantes: ¿La pieza de Martínez Valls debe seguir siendo el himno de la ciudad? ¿Debería promocionarse más? ¿Se podría prescindir de la letra y mantener la melodía? ¿Seguirá sobreviviendo en actos festivos muy concretos? ¿O acabará desapareciendo con el tiempo, fruto de una letra obsoleta?