Fue una jornada accidentada, pero observando los resultados que se han hecho públicos, valió la pena. Ayer Ontinyent tenía programado un día extraordinario para las donaciones de sangre. En dos actas. El primero, en la jornada de Sangre Valentín que convocan desde hace tres años los colegios diocesanos de la ciudad (Sant josep i Centro Parroquial de Santa Maria) y que este año correspondía organizar al primero. La incidencia se producía cerca de las 10 de la mañana cuando la unidad del Centro de Transfusiones desplazada desde Valencia ya tenía desplegadas todas las máquinas y elementos para empezar con las donaciones. El colegio había llevado a cabo una labor importante en las últimas semanas y el centro estaba preparado y ambientado para acoger a los donantes que ya aguardaban en cola. Sin embargo, surgió un pequeño-gran problema. Se habían olvidado las bolsas para las donaciones.
Tuvo que aplazarse el inicio y no se pudo reanudar hasta las 12 del mediodía, aproximadamente. Sin embargo, la respuesta de la gente fue muy significativa. Pasaron hasta 47 personas dispuestas a donar sangre, de las que 11 lo hacían por primera vez.
La jornada en Ontinyent tenía un segundo acto por la tarde. Concretamente en la Sociedad de Festeros donde, de nuevo, y también por tercera vez, la institución que está celebrando ya los actos del Mig Any ha programado una iniciativa solidaria. Bajo el eslogan 'La fiesta nos da vida', fueron unas 65 personas, la mayoría festeros, quienes se acercaron al edificio para realizar su aportación.
Con 112 donantes y más de 50 litros de sangre se cerró un jueves donde el Ontinyent más solidario aportó su ayuda para que la actividad sanitaria no se detenga.