"Un buen pregón debe tener un elemento histórico para que traslade a la gente a otro momento y llegar al público". Con estas palabras Mª Teresa Gandía Borredá, Pregonera del Mercado Medieval 2022, comenzaba la conversación en este periódico con motivo de esta festividad que regresa el próximo viernes 25 de febrero.
Vinculada al mundo de la fiesta desde pequeña, primero a la comparsa Almogáver, y después, al cumplir los 18 años a los Contrabandistas, ha vivido muy de cerca el sentimiento festero. Ahora le toca pronunciar un discurso que ha preparado con mucho entusiasmo. Y es que viene de una familia arraigada en las fiestas, su padre, Rafael A. Gandía Vidal fue el primer pregonero del mercado medieval y tiene un largo currículum como historiador de la fiesta. “Recuerdo mucho su pregón de fiestas de Moros y Cristaianos, momento en el que todavía había reina y damas, todavía recuerdo ciertos fragmentos de esos intervención”, añade.
Es mucha responsabilidad porque sé el reconocimiento que recibe por parte de la gente
Mª Teresa Gandía
“Mucha gente conoce a trayectoria de mi padre y es mucha responsabilidad porque sé el reconocimiento que recibe por parte de la gente y ahora es cómo intentar estar a su nivel”, explicaba la pregonera. El texto hará diferentes menciones históricas para trasladarnos a aquellos tiempos medievales. “Hay varias menciones históricas, pero es el recuerdo de hace un tiempo, de cómo era el mercado medieval antes. Una especie de fotografía del Ontinyent del pasado, que recorre las calles como si fuera un paseo, y de sus gentes”, avanzaba.
La ontinyentina ha dirigido en los últimos años coreografías que acompañan al boato de la entrada de Moros i Cristians, así como el Pregón de fiestas. Sin embargo explica que este último le da más respeto que la propia entrada. “El espectáculo de Pregó se realiza una vez, el público le ve desde el inicio hasta el final, a diferencia de la entrada que los espectadores tan sólo ven un fragmento del ballet”, matiza.
Ahora sólo queda esperar hasta que llegue el día 27, donde la Plaza de Baix, la Plaza Mayor, Regajo y la Villa se transformarán en un auténtico recinto medieval.