Más de 50.000 personas vibran al son de la música festera

A pesar de la amenaza de las nubes, que dejaban caer algunas gotas de agua justo antes de empezar el desfile de la comparsa Almogávares, Ontinyent se preparaba para recibir a los bandos cristiano y moro respectivamente. Más de 50.000 personas quisieron ser partícipes de la entrada morocristiana, llenando las más de 10.000 sillas y ocupando casi la totalidad de las aceras de Daniel Gil y la avenida Almaig.

Los primeros en entrar en la “insigne villa de Ontinyent”, como reza el texto de Cervino, fueron los Almogàvers, al grito de “despierta hierro, despierta!”. Al frente de la formación del águila y la flor de lis, Manuel Penadés se dejaba ver en lo alto de una carroza para ofrecer a los espectadores un viaje a través de la cultura de la Corona de Aragón. El mito, la historia y la leyenda de los guerreros almogávares estuvieron los cimientos de la capitanía que daba paso al bando de la cruz.

Entrada la noche, la entrada de Moros i Cristians de Ontinyent se reanudaba a las 22.00 horas, momento en que los moros españoles sentían latir el corazón con la emoción de ser los encargados de la capitanía mora del 2018. Como venido de la batalla, Enrique Galbis aparecía por las calles de la capital de el Valle de Albaida dirigiendo el ejército de la media luna.

Una vez realizada la Entrada morocristiana, únicamente permanecen tres días para concluir la semana grande de fiestas. Esta tarde, a partir de las 19.00 horas tendrá lugar la bajada del Cristo de la Agonía, seguido por la diana de gala del domingo y las embajadas, a las puertas del castillo, del próximo lunes 27 de agosto.