Es 1923 y en Ontinyent nace una nueva razón social: Tipografía Minerva, después Imprenta Minerva y, actualmente, Gráficas Minerva. Durante todo un siglo la imprenta ha cubierto una etapa muy pegada a la vida social, cultural y deportiva de la ciudad (y también de la comarca de Vall d'Albaida).
Durante décadas Minerva ha sido un elemento imprescindible del mecanismo social de Ontinyent. Para comunicar, para difundir, para recopilar toda la información, en la época del papel, cuando todavía ni se sueña en lo digital, los trabajos de la imprenta serán absolutamente esenciales. Aunque han pasado más de 470 años desde la invención de la imprenta, existen algunos procesos que en el siglo XX habían experimentado pocos cambios. La tipografía seguía siendo esencial. En algunos casos se configuraban los textos letra a letra, es decir, tipos a tipos de metal. Todavía existe en la sede de la empresa una de estas máquinas Minerva de manipulación manual que componían la tipografía para después, en un proceso mecanizado, imprimir las hojas. Actualmente esta máquina todavía pervive y se ha reconvertido y actúa como troqueladora. Esa máquina es la que dio nombre a la empresa, utilizando la iconografía de la diosa griega.
Emigdio Benavent Rubio, auelo del actual propietario Dani Benavent, fue el fundador después de comprar una imprenta que ya existía: la imprenta Silvage. Bajo su gestión se cambió en dos ocasiones el domicilio. De la calle la Reina (actual Calle Delme) a Sant Jaume, y de allí a la Calle Morales donde estará en marcha durante la mayor parte de su historia centenaria hasta el último cambio, a finales de los años 90, hasta su emplazamiento actual a Manuel Simó Marí. La imprenta se erigiría en una empresa familiar donde Emigdio Benavent trasladaría su oficio y conocimientos a sus hijos Daniel y Emigdio. El apellido Benavent sería la correa de transmisión asociada a la marca.
Ahora, cien años después, la maquinaria digital permite una velocidad y productividad como nunca se tuvo. El diseño y la maquetación, la impresión y la encuadernación (excepto la rústica) permiten ofrecer un servicio casi integral a una clientela en la que siguen destacando ayuntamientos de la comarca, entidades festivas y asociaciones de diferentes ámbitos. Gráficas Minerva sigue evocando el conocimiento que simboliza la diosa de la mitología. Aunque para plasmarlo se esté obligado a una inversión constante ya continuar aspirando a crecer. "Nuestra previsión en el futuro sería contar con una máquina de 5 colores", prevé Dani Benavent.