Sólo el 36% de los usuarios del Proyecto Trébol en edad de trabajar lo hacen

La pandemia ha afectado a la creación de empleo. En algunos sectores no sólo ha frenado ésta sino que ha hecho desaparecer puestos de trabajo. El panorama laboral quizás se complicará en los próximos meses y para las personas con discapacidad quizás esta situación sea aún más difícil. “Gracias a todo lo que aportan las personas con discapacidad no se ha perdido mucho empleo durante la pandemia, pero sí hemos notado un gran estancamiento en la creación de nuevos sitios” explican desde el área del Proyecto Trébol que trabaja para la integración laboral de los usuarios de esta red de soporte.

Una cifra muy reveladora es el hecho de que a pesar de que todas y todos están en proceso de introducirse en el mundo laboral, "la realidad es que actualmente sólo tenemos trabajando un 36,2% de las personas usuarias en edad de trabajar" admiten. Por ello piden más ayudas a las administraciones para animar y alentar a las empresas a que contraten a personas con discapacidad, “ya ​​que conforman un colectivo vulnerable y las consecuencias de todas las crisis repercuten más en ellas que en el resto de la población”.

Desde el Proyecto Trébol denuncian que han observado en el último año "un descenso de presupuesto de las subvenciones y una reducción en el plazo de solicitudes". Justamente en este sentido, COEVAL se hacía eco, esta semana, e informaba a sus asociados de un programa de fomento de la
contratación temporal de personas con diversidad funcional severa en la Comunitat Valenciana. Así, la Generalitat Valenciana subvencionará estas contrataciones, que tendrán que ser de entre 3 y 12 meses, por un importe que será el resultado de multiplicar el 85% del salario mínimo interprofesional por el número de meses de mantenimiento del contrato.

EMPLEO CON APOYO
La misión del Proyecto Trébol es que las personas con discapacidad puedan desarrollar su proyecto de vida dentro del entorno comunitario. "Como para cualquier otra persona, el acceso a un trabajo digno es esencial para que puedan desarrollar su itinerario de vida" insisten. Para conseguir este objetivo utilizan una metodología que se fundamenta en el empleo con soporte. Una forma de trabajar que se basa en el acompañamiento de la persona en el puesto de trabajo y en el aprendizaje de las tareas mediante la figura del preparador laboral.

El desarrollo de capacidades, la facilitación de aprendizaje, las conductas sociales con compañeros y superiores son algunos de los aspectos que se trabajan previamente en un contrato con unas prácticas laborales. “Estas prácticas son la mejor vía para que las empresas eliminen ciertas inseguridades y barreras respecto a la discapacidad, y además, que la persona pueda aprender un oficio”. Éste es el primer paso, y cuando todo fluye correctamente es cuando ya se habla de un contrato laboral.

¿Pero qué ocurre después de estos contratos temporales? Desde el Proyecto Trébol explican que al conocer a las personas las empresas se conciencian y “en la mayoría de los casos, la trabajadora o trabajador pasa a ser uno más de la cantera y su contrato pasa a ser indefinido”. Teniendo en cuenta este aspecto, quizás si más negocios tuvieron el empuje de contratar a personas con discapacidad se conseguiría crecer de forma notable ese 36% de personas usuarias ocupadas actualmente.

Y aunque los programas de fomento a la ayuda a la contratación, y sus beneficios fiscales o subvenciones, son una de las razones para que se animen a las empresas a incorporar personas con discapacidad entre sus trabajadores, desde el Proyecto Trèvol piensan que “la principal razón de su contratación son todos los valores que puede aportar a la empresa. Por ejemplo, permite mejorar la productividad y rentabilizar los puestos de trabajo, así como mejorar el clima laboral, aumentar la fidelidad y sentido de pertenencia o reforzar los lazos de unión entre las trabajadoras y trabajadores”.