La crisis parece estar instalada de forma permanente en la Mancomunidad de Municipios del Valle de Albaida que no acaba de arrancar y poner en marcha su funcionamiento en esta legislatura. Tras la primera investidura de Alejandro Quilis como presidente y de su destitución al perder la condición de miembro nato como alcalde de Albaida, todo estaba enfocado para el próximo lunes 19 de febrero. La cita estaba en Ontinyent, en la sede de la institución en la Avenida de Sant Francesc. El objetivo era elegir nuevo presidente para sustituir a Alejandro Quilis. Las negociaciones entre Partido Popular y Nos Uneix, que con el cambio producido en Albaida tienen la mayoría en el pleno, habían encontrado un nombre de consenso para presidir esta nueva etapa: Ismael Sanvíctor, alcalde de Alfarrasí.
Pero las cosas no parecen ser tan fáciles para la Mancomunidad. El pleno que estaba convocado para el lunes por la tarde y que debía acabar con la elección del nuevo presidente, se aplazó.
La petición de aplazamiento procede de una de las fuerzas claves en esta nueva investidura, Ens Uneix. Los municipalistas están de acuerdo con el nombramiento de Ismael Sanvíctor pero reclaman que todas las fuerzas políticas se impliquen en la gestión de la Mancomunidad asumiendo delegaciones. Una situación complicada, aunque socialistas y nacionalistas ya han anunciado que, en este nuevo contexto, no quieren participar con delegaciones dentro de la junta de gobierno.