Un vecino de la Vila se instaló placas fotovoltaicas y ahora ha recibido una notificación del Ayuntamiento de Ontinyent en la que se le comunica que debe levantarlas o será sancionado. "Si ya es bastante difícil adquirir una casa en la Villa y rehabilitarla, ahora me he enterado de que tampoco hay opción de tener una fuente de energía limpia", explica el vecino afectado. Todo empezó cuando el instalador profesional le comunicó al propietario que haciendo una declaración responsable era suficiente para poder poner estas placas fotovoltaicas en el tejado de su vivienda.
Realmente era una equivocación administrativa "involuntaria", puesto que en zonas de especial protección, como el barrio de la Vila que es conjunto histórico-artístico, se requiere una solicitud de licencia de obras. "En cualquier caso lo he consultado con el consistorio ontinyentí y me han comentado que también se hubiera pedido esta petición, porque actualmente no se puede poner esta clase de instalaciones en el barrio", lamenta el vecino.
También ha intentado resolver el error administrativo, pero no hay forma legal de hacerlo. “No queremos parques solares, porque ocupan grandes superficies y lo recomendable es tener las placas en la misma vivienda. Entonces, pienso que sería necesaria una solución a esta problemática para el casco antiguo de la ciudad”. Esta situación es similar para el Poble Nou, lo que hace que el problema esté más extendido.
El concejal de Territorio, Joan Sanchis, explicaba que, “al igual que en los años 90 se prohibieron las antenas parabólicas en los núcleos históricos por su impacto, ahora ocurre lo mismo con las placas fotovoltaicas”. Donde hay un PRI “están prohibidas las instalaciones que tengan impacto visual”, añade. Esta situación podría cambiar en un futuro a medio plazo, con dos alternativas: “la fabricación de placas solares integradas en el paisaje, del color de las tejas, y la puesta en marcha de la CEL, de reciente creación, que permitirá conectar viviendas a placas ubicadas en un radio de 500 m.