Ofensiva policial en el área 20, frente a las quejas vecinales

Peleas, ruidos y actos vandálicos. Éstas son las denuncias del vecindario del parque Ausiàs March de la ciudad. El consistorio ontinyentí la policía ha tomado cartas en el asunto y recientemente desplegaba una operación que consistía en “una serie de controles en los ciclomotores: cuatro se retiraron con la grúa y once se multaron”, según fuentes municipales. Los ciclomotores que se llevó la grúa, explican desde el Ayuntamiento, “presentaban una potencia llamada, muy superior al original de los vehículos, por lo que si pueden circular a un máximo de 50 km/h, podían llegar hasta los 100 km/hy, en muchos casos, los conductores son menores”. En cuanto a las multas, estaban motivadas "por cuestiones menores o enmendables, como no llevar el casco o problemas con los retrovisores, entre otros". Según el concejal de Policía Local, Pepe Gandia, “es importante realizar estos controles, sobre todo por la seguridad de los conductores y el resto de peatones y, por otra parte, sirve para evitar molestias al vecindario, porque el ruido de las motos llamadas supera ampliamente los decibelios permitidos”. Este fin de semana la vigilancia se ha intensificado e incluso el sábado de madrugada se invitaba a un grupo de gente a dejar de jugar con el balón.

La denuncia del malestar vecinal se ha tratado en el plenario de Ontinyent. En la última sesión la concejala de Compromís, Paloma Alberola, declaraba: “Teniendo en cuenta los incidentes violentos producidos a finales de febrero en el parque Ausiàs March, queremos saber qué medidas ha tomado el gobierno municipal para hacer frente a esta situación y si se ha tomado alguna medida en vista del poco éxito que ha tenido: ¿piensan llevar a cabo alguna nueva actuación para mejorar la vigilancia policial y evitar rencillas con agresiones físicas incluidas?”. El concejal del área contestaba que en el parque Ausiàs March “se realiza control de policía prácticamente cada semana. Están utilizándose los drones, haciendo controles de ruido, está patrullándose a pie. Siempre existe un espacio que si alguien quiere hacer algo, lo hace”. El edil le restaba importancia a las peleas: “No ha habido ningún acto de violencia, ni ninguna agresión que haya terminado en el hospital, sino peleas de empujones y cosas. Y digo peleas por generalizar porque estamos hablando de una y sin denuncia”.

Las peleas se han convertido en una constante en los últimos tiempos, según apunta el vecindario, así como los actos vandálicos: pintadas en la pista de skate, robo y despeje de extintores, manipulación de llaves de gas de fincas, entre otros .